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"No sabemos nada de los otros". Lo dice un personaje de 'Big Little Lies' (HBO), esa miniserie al rescate de actrices mayúsculas que nos ha recordado lo buena que puede llegar a ser Nicole Kidman (ha sido premiada como mejor actriz protagonista de miniserie en los Emmy 2017) cuando tiene un guión a la medida de su talento. Celeste, su personaje, es una "madre a tiempo completo".
Una mujer discreta, glamourosa, inteligente, con misterio. Frente a las puestas de sol de su casa de la playa, ella y su marido discuten, se desean, se aman. A veces él la golpea. Nadie lo diría. ¿Qué sabemos de la gente perfecta y de sus perfectos hijos y de sus perfectas casas? Nada.
El álbum íntimo de Nicole Kidman /
En las fotos, Nicole suele besuquear y ser abrazada por sus parejas. ¿Qué sabemos de ella? Nada. Que mide 1,80, que es zurda y alérgica a las fresas, que su primer beso se lo dio un novio en el cine (viendo 'El Resplandor'); que jamás cruza la calle sin sombrero (por el sol); que fue adicta al bótox, y ahora menos; que nunca ha hablado de la Cienciología y que antes de que Tom Cruise fuera sospechoso de trastorno disociativo, nos creíamos su historia.
Al principio y al final del amor todo suele ser verdad, salvo alguna cosa.