actualidad
actualidad
Ha sido el ejemplo perfecto de cómo una buena tenista, gracias a su belleza, puede convertirse en la millonaria imagen de las marcas más exclusivas del mundo del tenis. Su efectividad como modelo llegó a tal punto que tenía más presencia en los anuncios de publicidad que en las pistas: su discreto nivel tenístico no le daba para llegar a las finales, pero sí para seguir triunfando como embajadora del branding. Hasta que se descubrió que se dopaba.
En junio del año pasado, Sharapova recibió una suspensión de quince meses por parte de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) por haber incluido meldonium, una sustancia prohibida que aumenta el rendimiento muscular, en su dieta deportiva de suplementos. Aunque adujo que lo tomaba desde hacía una década porque no sabía que estaba prohibido, la sanción se hizo firme, y es ahora cuando trata de recuperar su carrera deportiva y comercial, volviendo a los grandes torneos. Problema: estos no parecen estar por la labor de admitirla.
El French Open, un torneo que Sharapova ganó dos veces, le ha negado la “wild card” o tarjeta de invitación que reciben los ganadores de los torneos que no mantienen el escalafón suficiente para entrar directamente. “La invitación existe para recuperar a tenistas que han sufrido lesiones, no a los que se han dopado”, ha manifestado Bernard Giudicelli, presidente de la Federación Francesa de Tenis.
El tenis francés responde así a las quejas de parte de la profesión, molesta por cómo otras federaciones le han abierto las puertas a Sharapova sin hacerle pagar su transgresión con el 'dopping'. Es el caso de la italiana: Sharapova acaba de jugar el Open de Roma, que ha tenido que dejar debido a una lesión. Aún así, la jugadora rusa ya ha ascendido en el ranking lo suficiente como para ser admitida en el torneo más importante de la temporada: Winbledon.
- Maria Sharapova nos da sus 4 claves para el éxito en el deporte y la vida
- Maria Sharapova se ata las botas antes de su entrenamiento