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Comienzan a saberse algunos detalles sobre la secretísima boda entre Pippa Middleton y James Matthews, sin duda el acontecimiento social de la primavera en Reino Unido. La asistencia de los Duques de Cambridge y del príncipe Enrique con su novia (y se dice que pronto prometida), Meghan Markle, amenazan con restarle protagonismo a la novia, de ahí que el diseño de su vestido sea casi secreto de estado. No podemos confirmar que Giles Deacon sea su autor, pero sí que...
La novia llegará a la boda en un carruaje tirado por caballos, exactamente igual que lo hizo su hermana, la futura Reina.
Se han dispuesto medidas extra de seguridad tras conocerse que Meghan Markle iba a asistir a la boda: se prevé que se dispare la presión mediática y la curiosidad de los lugareños. De hecho, la prensa británica se hace eco de la presencia de paparazzis españoles en la zona.
Pippa Middleton ha prohibido al hermano de su novio que asista acompañado de su novia Vogue Williams, estrella de “reality shows”. Sin embargo, su hermano sí asistirá con Donna Air, presentadora de televisión.
La temática de la boda es escocesa: desde 2008, el padre del novio posee un castillo muy cerca del Lago Ness, en las Highlands, y el título que le acompaña: Lord de Glen Affric.
La carpa de la recepción viene de Bélgica, es de cristal y ha costado 180.000 euros.
Un donante anónimo ruso a regalado a la pareja caviar de beluga por valor de 50.000 euros.
Los invitados dispondrán de 50 coches, exclusivos modelos de Jaguar y Land Rover, para trasladarse de la iglesia de Saint Mark, en Berkshire, a la casa familiar de los Middleton, conocida como Bucklebury, donde se celebrará la recepción.
La luna de miel podría comenzar en Kenia.