actualidad
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No es la primera vez que un hombre famoso le echa flores a las mujeres sola y exclusivamente en razón de su biología. Ha sido una especie de piropo que, a menudo de manera paternalista, nos reconocía como mejores madres, esposas, cocineras, administradoras, contables o incluso gobernantes. Puro consuelo oral, mientras eran ellos los que detentaban los puestos y los sueldos. Avanzado ya el siglo XXI, la fórmula del piropo a nuestra inteligencia continúa, aunque los matices puedan ser otros.
En cuestión de meses, tres actores que no cumplen 40 se han descolgado con declaraciones de la superioridad de las mujeres. Ryan Gosling ha dicho y redicho que somos “mejores que los hombres, más fuertes y más evolucionadas”. Jake Gyllenhal cree que las mujeres “son superiores, y punto. Toda la gente que conozco opina lo mismo y deben hacerlo, porque si no no trabajo con ellos”. Y Harry Stiles, el ex cantante de One Direction, acaba de aparecer en un aeropuerto con una camiseta que reza: “Las mujeres son más inteligentes”.
¿Cómo debemos tomarnos estas manifestaciones? ¿Debemos sospechar? ¿Huelen a chamusquina? Aunque estos hombres jóvenes ya no se vean impelidos a piropearnos paternalistamente, ¿acaso se sienten un poco acogotados por la reciente pujanza de las mujeres de 'show bussiness' y necesitan mostrarse como aliados? ¿O se sienten de alguna manera responsables de un sistema injusto con el otro sexo? Sea como fuere, estas declaraciones que ponen a los hombres a un lado y a las mujeres a otro no hacen el bien que se les supone. ¿Por qué clasificar a las personas en razón de unos genitales? Si es claramente sexista suponer más inteligencia a los hombres, ¿no será lo mismo al contrario? ¿Tanto cuesta pensarnos como personas distintas, diversas, en vez de en el pesadísimo molde binario?