Anita Pallenberg influyó notablemente en la música de los Rolling Stone /
Su vida fue puro exceso y, aún así, ha muerto con 73 años, una carrera simpática como actriz (“Barbarella”, “Candy”, “Go Go Tales”, “Mister Lonely”) y el estatus de icono semisecreto de la moda y la cultura pop. En 2014 confirmó que llevaba 14 años sin consumir drogas (eso significa que lo hizo hasta los 56), pero no mencionó nada del alcohol. Anita Pallenberg (Roma, 1944), hija de un compositor frustrado y una secretaria, expulsada del colegio alemán a los 16, vividora de la “dolce vita” en Roma y precoz modelo en la factoría de Andy Warhol, vivió una vida de película, llena de pasión, dolor y música. No se decidió, sin embargo, escribir memorias: “Si hasta una Spice Girl puede escribir su autobiografía, entonces yo no quiero hacerlo”.
Pallenberg conoció a los Stones en 1965, cuando ella se ganaba la vida en París como una modelo del montón. Viajó a Munich a un concierto y se empeñó en conocerlos, al más puro estilo “groupie”. Fue el guitarrista, Brian Jones, el que la invitó al hotel tras la actuación y con él estuvo dos años llenos de abusos, alcohol y paranoia. En 1967, durante unas vacaciones en Marruecos, Keith Richards la rescató de una paliza brutal de Jones y se la llevó a su casa en Inglaterra. Tuvieron tres hijos, aunque la última murió de neumonía a las 10 semanas. Para entonces, Anita ya se había enganchado a la heroína y rodado un par de películas, incluida “Performance”, la cinta de culto que protagonizó junto a Mick Jagger en 1970.
Durante el tiempo en el que estuvo con los Rolling Stones, Anita se convirtió en una de las influencias más decisivas de la banda. Hizo coros en “Sympathy for the Devil”, provocó que Mick Jagger volviera a mezclar varios temas de “Beggars Banquet” (1968) porque no tenían su visto bueno y se convirtió en un miembro no oficial de la banda. Jo Bergman, la agente de prensa de los Rolling desde 1967 a 1973, siempre ha dicho que “Ella, Mick, Keith y Brian eran los Rolling Stones. Su influencia ha sido profunda. Pallenberg creo la locura de la banda”. En su autobiografía, Marianne Faithfull, novia de Jagger y amante de Richards en los 60, explica que Pallenberg enriqueció la plana esencia rockera de la banda con una pátina de decadente aristocratismo que la distinguió de los demás.
Anita y Keith se separaron en 1980, aunque la pareja ya hacía aguas desde tiempo atrás, sobre todo porque Richards se había rehabilitado y ella, no. Pallenberg entró en una espiral de drogas aún más profunda con el distanciamiento del padre de sus hijos. De hecho, en 1979, el chaval de 17 años con el que mantenía un romance, Scott Cantrell, se disparó en la cama matrimonial de la casa familiar. La versión oficial dictaminó suicidio, pero se barajó que ambos hubieran estado jugando a la ruleta rusa durante una noche de excesos. En 1987, su familia logró que entrara en rehabilitación y que terminara el programa con éxito. Anita decidió entonces estudiar moda en Saint Martin's, pero no llegó a dar el salto a la venta. Sus últimos años los pasó entre disgustos de salud (dos operaciones de cadera) y algunos rodajes. La sobreviven seis nietos y los dos hijos que tuvo con Richards, Marlon y Angela.
Kristen Stewart muta en James Dean para los Rolling Stones
Tommy Hilfiger y los Rolling Stones unen fuerzas