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En su llegada a Polonia, una de las paradas de esta segunda gira presidencial por Europa, Melania Trump emergió del avión que la trasladó desde Alemania con un poderoso diseño lleno de color de Delpozo, una elección atrevida y completamente acertada. Instantáneamente se convirtió en el centro de atención.
Cómo no sería del impactante el aspecto de la Primera Dama estadounidense, que pudo ser el factor sorpresa que explicara un tremendo aprieto diplomático que se ha convertido en "trending topic" global.
¿Sería el Delpozo de Melania la razón por la que la primera dama polaca, Agata Kornhauser-Duda, prefirió estrecharle la mano a ella en vez de al Presidente Trump? ¿O acaso será que Kornhauser-Duda ha querido evitar abiertamente el letal apretón de manos de Donald?
Para algunos intérpretes tuiteros, este gesto de la Primera Dama polaca infringe a Donald Trump justo lo que más le molesta: que le ignoren o le pospongan a una posición secundaria. En el pasado mayo, ya vimos cómo en una reunión en la OTAN empujaba directamente al Primer Ministro de Montenegro para ocupar un lugar en la primera fila de la foto oficial.
En esta ocasión se ha tenido que tragar el sapo para no provocar un incidente diplomático, pero está claro que la decisión de Kornhauser-Duda, consciente o no, ha supuesto una venganza fría por todas las veces que Trump ha desdeñado e ignorado a Melania.