'Keeping Up With the Kardashians', el 'reality' que ha convertido a la familia Kardashian-Jenner en un fenómeno del entretenimiento global, cumple diez años. Con ocasión del aniversario, la revista 'The Hollywood Reporter' ha logrado reunir a las protagonistas de este show adictivo, en el que se ve perfectamente cómo Kris Jenner, madre de todo lo que vemos en esta portada, convierte su unidad familiar en una máquina de hacer dinero, exprimiendo la peculiar personalidad y atributos de cada una de sus hijas. Pero dejémonos de análisis: lo mejor es que las chicas han contado detalles que no sabemos del show. Y son jugosos.
Kim pudo anular la boda con Kris Humphries. Uno de los momentos más jugosos del show es el apresurado romance y boda de Kim Kardashian con el baloncestista Kris Humphries. En el programa se vio claramente que no pegaban ni con cola y en la misma boda Khloé auguró que la pareja no duraría un mes. Hasta los productores del programa le dijeron a Kim que no parecía feliz y que no tenía porqué seguir adelante con el programa. Kim siguió adelante porque no quería que la gente dijera que se casaba solo para la tele, pero luego se encontró con que su familia le aconsejaba que siguiera casada durante al menos un año, precisamente por el qué dirán. “Pero no pude, era superior a mí. Al final, terminaron diciendo lo que más temía: que todo era un show”.
Lo peor para Kourtney: llorar ante la cámara. La mayor de las hermanas confiesa que, durante la primera temporada, se encerraba en el baño a llorar en el más absoluto silencio, porque llevaba el micro puesto y no quería que nadie la viera ni la escuchara. De hecho, el momento que más le costó rodar a lo largo de estos diez años fue su ruptura con Scott, por toda la ansiedad que llevaba consigo y su temor a no controlarse. “Como no me quedaba más remedio que pasar el mal rato, al final me senté y empecé a llorar. No pude evitarlo”.
Lo que Kim no acepta hablar ante las cámaras. Aunque el show da la impresión de acercarnos una versión muy fidedigna de la vida de las Kardashians, Kim confiesa que hay una persona que protege a toda costa, y sobre la que no le gusta hablar delante de las cámaras: Kanye West, su marido. “Soy muy protectora con él”; confiesa Kim. De hecho, su madre y agente también lo es: cerró taxativamente la puerta a una posibilidad de rodar con West un 'reality' en el que se contara la historia desde su punto de vista.
Kim cuelga fotos en función del personal de seguridad que tenga. Después del asalto que sufrió en París, su estrategia a la hora de manifestarse a través de las redes sociales ha cambiado por completo. “Tras el robo, fue necesario reforzar el personal de seguridad. Ahora, jamás cuelgo nada mientras estoy en casa, a no ser que tenga de cuatro a seis personas de seguridad conmigo. Lo que filmamos para el 'reality' no suele salir hasta varios meses después, así podemos sentirnos libres y seguir siendo como somos”.
Kim es una productora nata. Según sus propias palabras, ella es la que más claro tiene qué contenidos, qué situaciones y qué asuntos pueden ser tratados en el caso de cada una de sus hermanas. “Sé perfectamente lo que ellas jamás compartirían y lo que sí, así que llamo a los productores del programa para que vayan a casa de Kourt o de Khloé cuando sé que está pasando algo interesante”.
Kris es la única que tiene le poder de borrar. “No voy a mentir: soy demasiado vanidosa para dejar tomas en las que salgo fea feísima”.
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