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actualidad
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Winnie Harlow es, que sepamos, la única modelo con vitiligo, una particular pigmentación de la piel ocasionada por una enfermedad crónica, que triunfa a nivel global. De su ascendente carrera en la moda importa decir que solo una profesional que se acerca mucho a la excelencia puede saltarse las rígidas normas no escritas que aplican a los cuerpos de moda: en este negocio, la diferencia no es, precisamente, apreciada.
Sin embargo, Harlow se las ha arreglado para resistir, temporada tras temporada, más allá de la sorpresa inicial que supuso el color de su piel, un contraste perfecto de tonos. ¿Cuál es su secreto? Lo dejó entrever en el texto que acompañó a un impresionante 'selfie' que se tomó esta semana, y en la que la vemos por primera vez prácticamente desnuda. ¡Qué bellezón!
La modelo fue diagnosticada con cuatro años y, durante su niñez y adolescencia, sufrió acoso debido a esta enfermedad que paraliza las células implicadas en la pigmentación de determinadas áreas del cuerpo. "Los niños me llamaban vaca y me hacían burla. Solía pedirle a las estrellas que al levantarme por la mañana las machas hubieran desaparecido", recuerda.
Hoy, sin embargo, protagoniza editoriales de moda y campañas de publicidad para grandes marcas, en las que su particular condición supone un realce de su personalidad. "Soy bella porque sé que soy bella", afirma filosóficamente Winnie Harlow como comentario de su despampanante 'selfie'. "La diferencia real no está en mi piel, sino en el hecho de que no busco reafirmar mi belleza en las opiniones de otros. Celebrad vuestra belleza única desde hoy".
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