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Margot Robbie saltó a la fama con 'El lobo de Wall Street', como la im-presionante rubia que enamoraba al tiburón del timo interpretado por Leonardo DiCaprio. Sus facciones prácticamente perfectas, melena dorada y ojos azulísimos la convierten en una auténtica Barbie. Por eso, lo que han hecho para transformarla en la reina Isabel I, es un milagro. Pero para mal.
Cuesta mucho reconocerla tras una caracterización tan maligna, solo superada por aquella monstruosa fealdad que se construyó para que Charlize Theron se llevara un Oscar por 'Monster' (2013). En realidad, interpreta el mismo papel que Cate Blanchett en 'Elizabeth', pero aquí, en 'Mary, la Reina de los escoceses', cargan las tintas en su fealdad.
Le han puesto una frente descomunal, un pelo que crece más allá de lo comprensible y una piel llena de granos. Jamás se había mostrado a la hija de Enrique VIII y Ana Bolena, la mítica Reina Virgen, tan rematadamente fea. Si se cumple la regla no escrita de los Oscar, este menoscabo de la belleza natural de Robbie podría valerle premio.
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