actualidad
actualidad
Un clásico se reconoce porque no pasa de moda y a cualquier época tiene algo que enseñarle. Margaret Atwood escribió 'El cuento de la criada' en 1985, mientras vivía en Berlín Occidental, a la sombra de cuanto ocurría al otro lado del muro y cuando Ronald Reagan acababa de llegar al poder en Estados Unidos: los totalitarismos de Europa del Este, el miedo a la guerra nuclear y el regreso a los valores más conservadores y puritanos en el Oeste inspiraron entonces esta fábula de la Guerra Fría. Décadas después, la novela emblemática de esta canadiense casi octogenaria vive hoy, paradógicamente, una nueva edad de oro: la exitosa serie televisiva homónima la ha lanzado a la fama mundial y el libro vuelve a ser un superventas, también en España.
Porque aunque las amenazas sean hoy distintas (el cambio climático, el terrorismo yihadista o el recorte de derechos civiles en la era Trump), aquella distopía política en la que Norteamérica se convertía en una opresiva dictadura teológica donde las mujeres eran reducidas a meras esclavas reproductorias sigue de plena actualidad. Hasta el punto de que las manifestantes ante el Capitolio de Washington visten hoy el uniforme rojo de aquellas criadas imaginarias.
Nació en Otawa, Canadá, en 1939.
Publicó su primer libro de poemas con 22 años.
Ha estado casada en dos ocasiones y tiene una hija.
Es militante de organizaciones por los derechos humanos y el medio ambiente.
Recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2008. Es eterna candidata al Nobel.
'El cuento de la criada' se ha traducido a 40 idiomas y se ha hecho una película, una ópera y hasta un ballet, además de la serie de Hulu (HBO España) de la que Margaret es productora y donde ha hecho un cameo.
Aunque se la considera una de las abanderadas de la literatura feminista, ella rehúye las etiquetas, porque los derechos de las mujeres no dejan de ser derechos humanos. La revolución feminista de los 70 la alcanzó ya mayor, se justifica, y nunca, en su país o por su formación, sintió que el hecho de ser mujer limitara sus aspiraciones. Atwood se crió en los fríos bosques de Canadá, donde su padre trabajaba como entomólogo, en cabañas sin electricidad, dejando correr su imaginación.
Y en buena medida sigue siendo aquella niña libre, nómada y curiosa. Experta en tomarle el pulso a su tiempo (es una adicta a las redes sociales), los futuros poco halagüeños son una constante en sus novelas: paisajes proféticos donde su literaura es un escalpelo del presente. Define la labor del escritor como "el arte de la falsedad plausible", porque cualquier cosa puede pasar, dadas las circunstancias adecuadas. Y aun así considera que incluso las más terribles novelas postapocalípticas son optimistas, puesto que suponen que tendrán al menos un lector.
Con ocho premios Emmy, la serie 'El cuento de la criada' se ha alzado recientemente como la gran vencedora del mundo de la televisión. En la gala de entrega, todo el público se puso en pie para ovacionar a la anciada espigada y risueña que ideó este cuento de pesadilla hace ya más de 30 años. Pocos en la sala estaban tan vivos como ella.
" El control de las mujeres y sus descendientes ha sido la piedra de toque de todo régimen represivo de este planeta". (Nuevo prólogo a 'El cuento de la criada', 2017).