Me fascinó su coraje, su inteligencia y su sensibilidad, su capacidad para sobrevivir sin adultos en un mundo tremendamente hostil. De todas mis lecturas de infancia, creo que esta fue la más importante.
Con la lectura de su obra El segundo sexo descubrí la filosofía feminista. Me dio un nuevo método para interpretar la realidad. Empecé a entender cómo se construye la sociedad patriarcal y las expectativas injustas que esa sociedad impone en la mujer.
Se disfrazaba de hombre para poder ir a la universidad. Tomó los hábitos para evitar casarse y así poder estudiar y escribir. Me fascina su voluntad de saber y su perspicacia para glosar los problemas de la mujer de su época. Además, fue una gran poeta.
No me gustaban las princesas hasta que la conocí: una guerrera que no se deja rescatar, inteligente, honesta, graciosa y valiente. Una heroína de verdad.
Luchó por dar a la mujer escritora el mismo lugar que al varón. Eterna candidata a la Real Academia, con más y mejor obra que muchos contemporáneos suyos, fue despreciada e insultada. Pero jamás dejó de exigir el lugar que le correspondía.
Me parece uno de los personajes femeninos más fuertes y conmovedores de la historia de la novela española. Para mí, Fortunata representa la honestidad, la fuerza y la valentía, frente a la doble moral del comportamiento patriarcal y burgués.
Opositora al franquismo desde su feminismo, fue detenida, torturada y encarcelada. Conocerla me enseñó que la convicción no está reñida con la sensibilidad.
Su Mujer que sabe latín me ayudó a entender cómo la historia de la filosofía ha ninguneado o agredido a la mujer pensante. También tenía un gran sentido del humor, una fina ironía. Como en su obra de teatro El eterno femenino, donde desmonta los mitos sobre la belleza y la feminidad.
Vivió en EE.UU. Sus ideas sobre el papel de la mujer en la construcción de una sociedad igualitaria, su defensa del amor libre y de la educación como motor de cambio, y su crítica de la maternidad como instrumento de opresión son tan pertinentes ahora como en su tiempo.
Y a través de ella, mi madre. Me enseñaron que, siendo mujer, tenía que encontrar una carrera que me motivara, una profesión que me hiciera independiente porque, de otra manera, nunca iba a ser libre. Por ellas estoy aquí.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?