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"En mi vida, todo ha sido a base de constancia, trabajo y sacrificio, porque eso es lo que he visto siempre a mi alrededor". Estrella Morente lo cuenta con pasión y una dignidad propia de los aristócratas del talento, porque esta cantaora nacida en 1980 en el Sacromonte (Granada) es, además, miembro de una larga saga de artistas flamencos e hija del maestro Enrique Morente y la bailaora Aurora Carbonell, lo que desde niña la ha marcado como persona y como artista.
Ahora, como imagen de Única, reivindica el valor del esfuerzo, la generosidad, el sacrifico, el tesón y la autenticidad: "El mundo está muy necesitado de muchas cosas, pero sobre todo de ganas de tirar hacia delante, y la gente que se empeña en ello normalmente no tiene las uñas ni la cara perfectas". Estrella denuncia que la belleza sea un concepto a veces pervertido por las modas y recuerda a sus mayores: "Toda la vida he visto a mi madre, que para mí es la mujer más bella del mundo, y a mi abuela ser guapas con la cara lavada y oliendo a gloria bendita. Ya está bien de que las mujeres tengan que tener un perfil perfecto físico y emocional".
*Artículo originalmente publicado en el número 967 de mujerhoy.
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