Ava Phillippe y Reese Witherspoon. / getty

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La hija de Reese Witherspoon debuta a lo grande en París

Ava Phillippe luce como una princesa en el Bal des Débutants. No sólo es una de las jóvenes privilegiadas en asistir sino que lo hace por todo lo alto.

Hace un siglo y más allá, los bailes de debutantes cumplían la función de presentar a la alta sociedad del lugar a las jóvenes casaderas. Marcaba su entrada al mercado matrimonial, por así decirlo. Hoy bailar en el salón del Hotel Península de París no dispara ninguna cuenta atrás para las jóvenes debutantes, por suerte. El Bal des Débutants permite a las jóvenes más adineradas del mundo vivir una noche de ensueño en la que, además de vestirse de princesas, podrán regodearse en el protocolo que suele rodear a estas.

Solo 20 jóvenes reciben una invitación para este baile benéfico cada año, condición indispensable para poder abonar los 20.000 euros que cuesta ser presentada en sociedad. Proceden de la alta sociedad, de familias adineradas y, excepcionalmente, son chicas anónimas con una historia de vida especial: en 2013, Lauren Marbe, hija de un taxista de Londres, fue invitada por tener un cociente intelectual más alto que Albert Einstein. Este año acudirán Helena Alesi, hija del piloto de carreras Jean Alesi; Laila Blavatnik, hija del propietario de Warner Music; Cecily Lasnet, cuya madre es la modelo Stella Tennant o la sobrina nieta del cineasta francés Louis Malle, Jeanne. En representación española, asistirá la hija de Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova, Amina, que irá de la mano de su hermano Luis, elegido como su acompañante.

Sin embargo, la joven que se metió el baile del bolsillo fue Ava Phillippe, la hija de Reese Witherspoon. Ava entró en el gran salón acompañada por el Maharaja de Jaipur Padmanabh Singh, de 19 años, y ataviada con un impresionante vestido dorado de princesa diseñado por Giambattista Valli para su colección de alta costura. De hecho, abrieron el baile con el romántico vals de la película 'La La Land'. La escena parece sacada de un cuento Disney. De hecho, Ava sería perfecta como la Cenicienta del siglo XXI. Es el vivo retrato de su madre.