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Seguramente muy a su pesar, Meryl Streep se ha convertido en uno de los focos de atención de todo lo que está pasando en Hollywood desde que comenzó la lluvia de acusaciones de abuso sexual contra Harvey Weinstein, un productor con el que ella ha trabajado en varias ocasiones. Metió la pata cuando, en los primeros días del escándalo, afirmó que nadie podía saber del comportamiento del productor. Tal afirmación se probó totalmente errónea, pero sirvió para hacer luz sobre el gran problema que tienen las mujeres a la hora de denunciar los abusos: el silencio cómplice del entorno de los abusadores.
Ahora, no hay entrevista que conceda en la que no se le pregunte por el tema. La última, realizada por el actor Tom Hanks y publicada en ' The New York Times', entra directamente en la cuestión de porqué no habló en cuanto supo del escándalo, estando ella tan conectada laboralmente con Weinstein.
' No tengo twitter ni lo manejo. Y tampoco tengo Facebook. Y tenía que pensar, porque me di cuenta de que no sabía absolutamente nada de esta persona capaz de llevar a cabo un gran trabajo pero tremendamente maligna y falsa a la vez. Cuando haces películas, crees que lo sabes todo de todo el mundo porque hay muchísimos cotilleos pero, en realidad, no sabes nada. A cierto nivel, la gente es inescrutable. Es un shock'.
Cuando Hanks insiste en que la gente aún está esperando que diga algo más sobre el asunto, Streep lanza su reto a las más altas instituciones del Estado. 'No quiero escuchar nada más sobre mi silencio. Quiero oír hablar sobre el silencio de Melania Trump. Quiero escucharla a ella. Tiene tantas cosas valiosas que decir a este respecto. Lo mismo que Ivanka. Quiero que Ivanka hable ya'.