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'Llegué a Hollywood sin ninguna protección. Y vi de todo'

Sharon Stone deja clara su posición feminista dentro de los movimientos que están revolucionando Hollywood.

Parece que Hollywood se está viniendo abajo por tanta revelación de casos de abuso sexual, en una tormenta de confesiones que sí parece indicar que la violencia contra las mujeres en una industria dominada por hombres es estructural, no cuestión de casos más o menos aislados aunque numerosos. Las actrices que están hablando de sus experiencias, treintañeras, veinteañeras, son las protagonistas de este momento y las responsables de cambiar la industria para ellas mismas y las que vengan detrás. Sin embargo, el testimonio de las que empezaron a trabajar hace 40 años es más importante que nunca. Prueba que el monstruo es viejo, muy viejo.

Sharon Stone lo conoce muy bien, aunque aún no se haya referido a él como podría. En una reciente entrevista en la televisión estadounidense, ante preguntas del presentador del programa 'CBS Sunday', Lee Cowan, no tuvo más remedio que comentar el movimiento ' Time'sUp'. Cowan le preguntó si alguna vez se había sentido incómoda en Hollywood y la respuesta de Stone no tuvo precio: comenzó a reírse sin parar. Tanto, que Cowan no pudo más que preguntarle porqué se reía tanto, si era una risa nerviosa o qué... Y entonces Sharon Stone se lo aclaró.

'Llevo cuarenta años en este negocio, Lee. ¿Te puedes imaginar cómo era el negocio al que llegué hace cuatro décadas? Con la pinta que yo tenía, viniendo de ninguna parte... Vine, además, sin protección alguna. Y vi de todo'. No es difícil imaginar a una bellísima y jovencísima Sharon Stone enfrentándose a los castings en un ambiente nada protector hacia las actrices más jóvenes. Seguramente de aquellas experiencias sale también su precisa y distintiva posición en cuanto a la cuestión feminista.

'Las mujeres a menudo dejan que su identidad se disuelva en la de los hombres a los que se unen. Incluso cambian la manera de vestir por ellos. Empezamos a reconocer nuestro propio valor como mujeres y a darnos cuenta de que no tenemos que comportarnos como hombres para empoderarnos, para ser poderosas o para ser valiosas'.