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Por si alguien tenía alguna duda de que las Kardashian-Jenners dominan no solo el mundo del entretenimiento, sino el mercado de valores, aquí tenemos la prueba de su poderío. El miércoles, Kylie Jenner, probablemente la joven más influyente de todo el globo, publicó un tuit en el que preguntaba: “Estooooo, ¿alguien más ha dejado de abrir Snapchat o soy solo yo? Ugh, qué triste”.
Efectivamente: es triste cuando algo que pertenecía a nuestra rutina diaria desaparece de la noche a la mañana. Nos damos cuenta de que, en realidad, no significaba tanto para nosotros. Sin embargo, es aún más triste comprobar que nuestra recién descubierta frialdad hacia la aplicación en cuestión hace que sus acciones caigan prácticamente 8 puntos. El efecto Kylie fue demoledor.
Los analistas insisten en que es difícil ligar un acontecimiento determinado con un desplome en la bolsa, pero existe una coincidencia temporal muy expresiva en este caso. Las acciones de Snapchat estaban estables justo hasta que Kylie publicó su tuit e inmediatamente comenzó el bajón. Según la agencia Reuters, las pérdidas ascienden a 1,5 billones de dólares, unos 1.200 millones de euros. ¡Qué peligro tiene dejar de gustarle a una superstar!