actualidad

¿Señora presidenta? Objetivo: la Casa Blanca

Los analistas ya hablan de que 2020 será el año de las mujeres porque una de ellas podría ocupar la Casa Blanca por primera vez. Mientras Trump lucha por mantenerse en el cargo cercano por los escándalos, en el partido demócrata algunas están dispuestas a intentarlo.

La presentadora Oprah Winfrey. / getty

i.d. de landaluce

Aún quedan tres largos años. Toda una eternidad en política y, sobre todo, en la surrealista era Trump . Pero la fecha ya está marcada: 2020 acogerá una nueva cita electoral en Estados Unidos y los demócratas tendrán que buscar un nuevo aspirante tras la debacle de Hillary Clinton . Aunque el sector más conservador del partido ya parece decantarse por Joe Biden (vicepresidente de Obama), y Bernie Sanders ha sugerido que quiere volver (pero nadie se lo cree porque la edad juega en su contra), puede que, por una vez, el momento histórico no esté de parte de los hombres y una mujer llegue a la Casa Blanca.

Después del tsunami de Weinstein , en plena fiebre del #MeToo y tras las marchas globales feministas, en muchos sectores de la sociedad estadounidense empieza a instalarse la idea de que la llegada de una mujer al despacho oval podría ser la única forma de cauterizar la herida abierta por un presidente acusado de abusos sexuales y claramente machista. Un presidente, además, que no duda en mostrar su apoyo a uno de sus más estrechos colaboradores, Rob Porter, que ha dimitido tras la denuncia de malos tratos de sus dos exesposas.

Este deseo puede ser la reacción a la frustración colectiva por la victoria de Trump. De hecho, medios como Newsweek o Politico se refieren a 2020 como "el año de las mujeres", una fecha que coincide, además, con el centenario del sufragio femenino en los Estados Unidos. Y el apasionado discurso de Oprah Winfrey , en la gala de los Globos de Oro, ha sido el cohete que volvió a poner la idea sobre la mesa. De pronto, la presentadora era oficialmente señalada como posible candidata a la Presidencia, sin que ella se hubiera pronunciado jamás al respecto . Y se desató la histeria. El Washington Post o la revista Time expresaban su preocupación por perpetuar a las celebrities en el despacho oval. Y el New York Times interpeló directamente a Winfrey con titular imperativo: "Oprah, no lo hagas". Pero, para otros, como el director Michael Moore (que, por cierto, fue uno de los pocos que vio venir la victoria de Trump) Oprah sería una buena candidata, capaz de tumbar al magnate en las urnas.

Michelle Obama es otra favorita del fervor popular. Solo hay un problema: ella no quiere. Y lo ha dicho. Algo parecido ocurre con Sheryl Sandberg, número dos de Facebook y autora de Vayamos adelante, la biblia del empoderamiento femenino de los últimos años.

Obviamente, la Presidencia de Estados Unidos no es un concurso de popularidad. O no debería. Sin embargo, muchos analistas coinciden en que una candidata solvente tendría que tener más magnetismo y una imagen pública más saneada que la de Hillary. Aun así, tendrá que enfrentarse a la misma misoginia con la que ella se topó en 2016. Tanto la de los votantes como la de los despachos del poder.

De hecho, esa batalla ya ha comenzado y las potenciales candidatas están siendo examinadas con lupa. Y censuradas, claro. "Esto es lo que pasa cuando una mujer tiene la osadía de aspirar al despacho más importante del planeta. Empezando por el doble rasero del lenguaje: un hombre es fuerte y una mujer es agresiva; un hombre denuncia, una mujer es gritona; un hombre es serio, una mujer no sonríe lo suficiente. Tristemente todavía funciona así", explicaba Debbie Walsh, directora del Centro para las Mujeres y la Política en América. Por esa misma razón, las mujeres ambiciosas (algo, por otra parte, inherente en el perfil de cualquier aspirante) tienen más problemas para gustar y caer bien, un parámetro difícil de cuantificar, pero determinante a la hora de ganar las elecciones.

Michelle Obama es la favorita del fervor popular. Solo hay un problema: no quiere.

Y no es que el partido demócrata no tenga referentes femeninos en sus filas. Nancy Pelosi, por ejemplo, es la líder demócrata en la Cámara de Representantes, de la que fue presidenta durante una legislatura. Carismática, luchadora y referente moral, hace unas semanas saltaba a los titulares después de pronunciar un discurso histórico. Durante siete horas, defendió el derecho de los dreamers (los inmigrantes ilegales que llegaron siendo menores) a quedarse en el país. Sin embargo, aunque es una de las voces más autorizadas dentro de su partido, nunca ha tenido aspiraciones presidenciales (o, al menos, no las ha reconocido) y en 2020 ya habrá cumplido 80 años. Por eso, su nombre no aparece en las quinielas.

¿Penaliza la ambición?

En realidad, nadie quiere figurar oficialmente como aspirante y ninguna de las posibles interesadas ha confirmado sus intenciones. Saber cuándo y cómo anunciar una candidatura es clave para cualquiera. Y anticiparse es quemarse. Eso no quiere decir que no haya unos cuantos nombres sobre la mesa. O que la competición para convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos no vaya a ser intensa. Si las quinielas se cumplen, estas son las mejor situadas para cambiar la historia.

1. Oprah Winfrey: la más influyente

Oprah Winfrey / d.r.

Encarna el suelo americano y su personalidad es magnética.

Su reivindicativo discurso en los Globos de Oro , en el que habló de racismo y acoso sexual, alimentó el viejo rumor de que su auténtica ambición era aspirar a la Presidencia de Estados Unidos. Atributos, desde luego, no le faltan: no hay nadie más famosa y más elocuente que Oprah. Tiene una personalidad magnética y es la encarnación del sueño americano: creció en la pobreza y construyó su propio imperio hasta convertirse en la mujer más influyente de Estados Unidos. Además, es multimillonaria (su fortuna personal supera los 3.000 millones de dólares), algo fundamental para afrontar cualquier carrera presidencial seria. A veces, ha negado rotundamente que vaya a aspirar al cargo. Ahora, su mejor amiga, Gayle King, y su compañero desde hace 30 años, Stedman Graham, han explicado que a Oprah le "intriga" la idea.

2. Elizabeth Warren: la heroína feminista

Elizabeth Warren / d.r.

Es la más crítica con los banqueros de Wall Street.

Convertida en un icono de la izquierda, es el azote de Donald Trump en Twitter. También es una heroína para el movimiento feminista. De hecho, se sumó al movimiento #MeToo contando su propia experiencia como víctima del acoso sexual. Antes de ocupar un asiento en el Senado por el estado de Massachusetts, ejercía como profesora de Derecho en la universidad y era una académica mediática y de renombre. Defensora a ultranza de los derechos de los trabajadores y muy crítica con los banqueros de Wall Street, tiene toneladas de carisma y experiencia. En 2020 habrá cumplido 71 años. la misma edad que tiene ahora Trump. De momento, está jugando al despiste, pero según algunos medios su campaña ya está en marcha. Y dicen los analistas políticos que, si decidiera presentarse a las primarias, su partido la apoyaría prácticamente sin fisuras

3. Kamala Harris, la "rock star"

Es carismática y elocuente, hija de padre jamaicano y madre india.

Hija de inmigrantes (su padre es jamaicano; su madre, india), es la nueva estrella del partido demócrata. Carismática y elocuente, muchos la comparan Obama. A sus 53 años, no le falta currículum: fue fiscal general de California antes de convertirse en la segunda mujer negra en ocupar un asiento en el Senado. Pronunció un apasionado discurso durante la Marcha de las Mujeres y su interrogatorio al fiscal general Jeff Sessions (en el caso que investiga los lazos del Gobierno ruso con la campaña de Trump) la hizo famosa. Defiende la sanidad universal y limitar el acceso a las armas. Nunca ha negado explícitamente su aspiración de llegar a la Casa Blanca.

Kamala Harris. / d.r.

4. Amy Klobuchar, la sorpresa emergente.

Amy Klobuchar. / d.r.

Defiende los derechos LGTBI y la sanidad pública.

Ocupa un asiento en el Senado desde 2006, representando a Minnesota, pero antes de hacer carrera política trabajaba como abogada. Decidió dar el salto cuando su seguro médico le obligó a abandonar el hospital 24 horas después de dar a luz, pese a la delicada salud de su hija recién nacida. Consiguió que su estado garantizara estancias hospitalarias de 48 horas después de un parto, una ley que se implementó más tarde a nivel nacional. Está muy comprometida con la prevención del acoso sexual, la defensa de los derechos del colectivo LGTBI y la sanidad universal. No ha expresado públicamente que le interese aspirar a la Presidencia, pero ha visitado todos los estados clave y ha escrito una autobiografía,dos requisitos imprescindibles para cualquier aspirante serio a la Casa Blanca.

5. Kirsten Gillibrand, tras los pasos de Hillary

Kirsten Gillibrand / d.r.

Sus posturas moderadas podrían atraer votos republicanos.

Cuando en 2014 esta senadora por Nueva York publicó sus memorias, surgieron los primeros rumores sobre sus auténticas aspiraciones políticas. Al fin y al cabo, Gillibrand lo aprendió todo de su mentora: Hillary Clinton. Considerada centrista, dicen que sus posturas moderadas podrían atraer a algunos sectores del partido republicano. Ha convertido la lucha contra el acoso sexual en su caballo de batalla y eso también le da puntos. De hecho, se hizo famosa por expresar públicamente que Bill Clinton debería haber dimitido cuando estalló el caso Lewinsky. Aunque ha negado (con la boca pequeña) que aspire a la Casa Blanca en 2020, muchos analistas políticos aseguran que lo intentará.

Más noticias relacionadas...

-Hillary Clinton: “Las mujeres de la política reciben críticas injustas”

-Adivina qué mujer ha sido 16 veces la más admirada en EEUU

-Meryl Streep: “Quiero que Oprah se presente a presidenta”

-El plan de Ivanka Trump para ser la primera Presidenta de EEUU

20 de enero-18 de febrero

Acuario

Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más

¿Qué me deparan los astros?