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La semana pasada, Kim Kardashian advirtió a sus fans que una nueva mutación capilar estaba al caer. Admitió que estaba “cansada de ser rubia”, color que solo ha llevado unos pocos meses (desde el pasado septiembre) en varias tonalidades, desde el amarillo pollo al que se accede tras una primera decoloración desde el castaño, hasta un gélido casi blanco absolutamente fantástico. La Kardashian suprema no ha tardado ni 24 horas en resolver el aburrimiento: se ha teñido de rosa.
Kim ha compartido en sus redes sociales su nuevo 'look', rejuvenecido con un rosa eléctrico típico 'millenial' como el que ha llevado su hermana Kylie o Hailey Baldwin. Además, la estrella de los 'reality shows' de 37 años aclaró a sus fans que la coloración era cien por cien real, porque “la verdad es que yo nunca uso pelucas”.
Lo cierto es que Kim llevaba desde fin de año hablando de la posibilidad de volver a su color natural, pero parece que a Kanye West, su marido, le gusta más de rubia. De hecho, fue él el que la convenció para hacer el primer cambio radical de color, allá por 2013. Esta segunda vez, la misma Kim ha reconocido que el rubio es una concesión al rapero. ¿Y el rosa? ¿Le gustará también a West o será el primer escalón hacia su característica melena morena?