La amistad entre la hija del Presidente de los Estados Unidos y la del ex Presidente Clinton data de sus años universitarios. Tiene una década. Su fortaleza quedó de sobra probada durante la campaña electoral, con un cruce de acusaciones entre los candidatos Trump y Clinton de un tono francamente insultante, y tras la toma de posesión presidencial, cuando las aguas parecieron volver a su cauce dejando la relación entre las herederas intacta. Ahora, sin embargo, sabemos que no ha sido así.
Ha sido Chelsea Clinton, de 38 años, la que ha visibilizado la distancia que se ha instalado entre las amigas. Con motivo de la promoción de su nuevo libro, ' She Persisted Around the World', Chelsea concedió una entrevista en el 'late night' televisivo del periodista Stephen Colbert, en el que tuvo que explicar en qué estado estaba su amistad con Ivanka. Lo hizo sin dar rodeos ni dulcificar la situación.
“No hablamos desde hace mucho tiempo”, reconoció. “Está claro de todos modos que Ivanka ha apoyado políticas y decisiones con las que no estoy de acuerdo. No me he quedado precisamente muda a la hora de mostrar mi oposición a la Presidencia de Donald Trump”. Además, quiso dejar claro que no desea que ningún colaborador del Presidente se libre de ninguna reprimenda oficial si procede. “Cualquier persona que trabaje para el Presidente debe ser sometida a escrutinio en cada una de sus decisiones y no solo de sus decisiones: también de las que salgan de la Casa Blanca cualquier día”.