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El presidente estadounidense, Donald Trump, ha designado hoy a Gina Haspel como la nueva directora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Un cambio que supone la sustitución de su actual director, Mike Pompeo, y con el que Gina se convierte en la primera mujer al frente de la institución.
Donald Trump ha sido el encargado de hacer pública la noticia a través de Twitter, donde ha escrito que "Mike Pompeo, Director de la CIA, se convertirá en nuestro nuevo Secretario de Estado" ¡Hará un trabajo fantástico! ¡Gracias a Rex Tillerson por su servicio!". Y añade para finalizar: "Gina Haspel se convertirá en la nueva Directora de la CIA, y la primera mujer elegida. ¡Felicitaciones a todos!".
Pero no todo han sido triunfos para Haspel en su vida. A lo largo de estos años, se ha visto involucrada en varias polémicas, alguna de ellas relacionadas con presuntas torturas a presos, según apunta 'La Vanguardia'.
Haspel (61) ha realizado numerosos trabajos como agente encubierto a lo largo de su larga carrera. Uno de los más importantes fue con el programa extrajudicial seguido por EE.UU. durante el gobierno de George Bush, después de los atentados del 11 de septiembre, cuando su papel fue de vital importancia para el interrogatorio y encarcelamiento de los sospechosos.
También estuvo presente en al menos dos interrogatorios en los que, presuntamente, se habría empleado la tortura para interrogar a los miembros de Al Qaeda Abu Zabaydah y Abd al Rahim al Nashiri. Unos hechos que aparecen reflejados en los documentos que fueron revelados tras las investigaciones de los atentados.
También se la responsabiliza de haber ordenado la destrucción de las cintas en las que se habían registrado todas estas torturas y que se guardaban en un centro de Tailandia. Unos hechos que le costaron en 2013 el puesto de directora de operaciones clandestinas en la CIA.
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