Si las grandes estrellas, las más carismáticas y de culto, alargan su carrera en Las Vegas, las estrellas medianas, aquellas que brillaron pero no tanto, estiran sus horas de gloria... actuando en cruceros. El pasado 3 de mayo, el Crucero BSB zarpó del puerto de Miami con dirección a las islas de Turcos y Caicos con todos los camarotes vendidos, a tope de fans nostálgicas deseando volver a ver a sus ídolos. Volvió a puerto este lunes después de haber procurado diversión a su público. Diversión... y shock.

En el concierto estrella del viaje, uno de los números más sorprendentes y celebrados fue aquel en el que Nick, AJ, Brian, Kevin y Howie se vistieron de Baby (Emma Bunton), Scary (Mel B), Sporty (Mel C), Posh (Victoria Adams) y Ginger Spice (Gery Halliwell) y cantaron una de sus canciones. “Celebramos hoy el ' girl power' que nos ha mantenido en marcha durante 25 años”, escribieron en su perfil de Instagram, con el hashtag #SpiceBoys.

En realidad, los chicos se dedicaron más a hacer playback y bailar disfrazados que a cantar. Sin embargo, sus fans se lo pasaron igual de bien que si hubieran cantado todo el disco de las Spice Girls ellos mismos. Menos mal: el pasaje más barato costaba 643 euros y el más caro, 9.198. Perece que mereció la pena.

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