Brigitte Macron, el triunfo de lo improbable

De lo increíble a lo improbable hay una distancia muy corta: el deseo. Una energía cinética, abonada por el azar, la literatura, las hormonas y el inconsciente, capaz de alterar la orografía de, al menos, dos vidas. ¿Qué le hubiera pasado a Madame Bovary (el libro favorito de Brigitte Macron ) si en vez de sentirse atraída por una sucesión de idiotas hubiese encontrado a un amante sin miedo? Tal vez lo que le ocurrió a la profesora de literatura de Amiens, casada y con tres hijos, cuando conoció a aquel chico, Emmanuel. Dos días a la semana quedaban para escribir juntos una adaptación de 'El arte de la comedia', de Eduardo de Filippo. Él tenía 17 años y ella 41. No eran maestra y alumno, compartían una extraescolar. Se gustaban. No se tocaban. Él se fue a París para continuar sus estudios: se escribían cartas. Se querían más. Se anhelaban más. ¿Habría sido capaz el político de seducir a millones de franceses si antes no la hubiera seducido a ella? Los maledicentes escriben, con sorna, que él tiene que ser gay. Desconfían de lo improbable. "Desayunamos todos los días juntos -ha dicho ella-, yo con mis arrugas y él con su juventud. Si no le hubiera elegido, me habría perdido tantas cosas en mi vida".

Brigitte Macron, el triunfo de lo improbable

Brigitte Macron luciendo sus espléndidos 64 años

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Brigitte Macron, el triunfo de lo improbable

Tras votar en las elecciones de 2017, en las que su marido fue elegido presidente de la República

D.R.