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Así somos las mujeres

¿Qué nos hace felices? ¿Qué esperamos de la pareja? ¿Cómo vivimos la maternidad? ¿Cuáles son nuestras expectativas? Analizamos los datos del mayor estudio sobre cómo son y qué piensan las españolas, una radiografía vital que pone negro sobre blanco nuestra realidad.

Somos reflexivas y exigentes; tenemos pareja, aunque preferimos estar solas antes que ser infelices; nos sentimos orgullosas de ser madres, a pesar de las dificultades; no nos queda más remedio que ser multitarea; no disfrutamos todo lo que nos gustaría en nuestro puesto de trabajo; nos sentimos felices, incluso aunque no hayamos alcanzado todas nuestras expectativas... Así somos a grandes rasgos, las españolas. El perfil lo ha dibujado la economista Laura Sagnier, autora del mayor estudio sobre cómo son, qué piensan y cómo se sienten las españolas. En ' Las mujeres hoy' (editado por Deusto y difundido por EAE Business School), Sagnier ha combinado su interés por el universo femenino con sus 25 años de experiencia en market intelligence, en una investigación a la que ha dedicado cuatro intensos años.

Realizado con una muestra que representa a 15 millones de españolas, la autora del 'Las mujeres hoy' se ha preguntado por todas las facetas que afectan a las españolas, incluso por las más íntimas. ¿Qué personalidad tienen? ¿Son felices? ¿Les gusta su trabajo? ¿Qué importancia dan a sus relaciones de pareja? ¿Desean ser madres? ¿Pueden conciliar la vida personal y familiar? Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado en su investigación.

El amor (y el sexo) es lo que importa

'Mejor solas que mal acompañadas'. Esta es la principal conclusión que se puede extraer al analizar las respuestas sobre el amor y el sexo. Porque la mayoría de las encuestadas considera que tener una pareja con la que no está contenta afecta más negativamente que no tenerla.

Tres de cada cuatro españolas tienen pareja; el 59% convive con ella y el 18% no. Pero en ambos casos, esa relación es el elemento que más influye en su felicidad o infelicidad en general. De hecho, las que afirman ser felices con su pareja (69%), la mayoría está satisfecha no solo con ella, sino con su vida. Y lo mismo se puede decir, pero en sentido contrario, de las que se sienten atrapadas en una relación (17%). El 14% restante se declara “casi felices”.

¿Qué es lo que más valoran en un compañero? Pues que sea 'cariñoso y detallista', que 'la escuche' y que 'le dedique tiempo'. Y, en el otro extremo, lo que no toleran es la 'falta de sinceridad', la 'poca libertad' y la 'escasa contribución a los gastos familiares'.

El sexo es un factor importante: unas relaciones sexuales satisfactorias o insatisfactorias son determinantes, positiva o negativamente, en la felicidad que declaran las encuestadas. La mayoría valora más la frecuencia con la que mantienen esos encuentros que llegar siempre al orgasmo. Pero resulta paradójico que aunque las parejas que no conviven tengan más encuentros sexuales, las que llegan siempre al orgasmo son más entre las parejas estables (29%) frente a las que no conviven (23%).

Los hijos pueden ser otro elemento que erosione las relaciones amorosas. Ya sean de uno de los dos miembros de la pareja o de ambos, restan casi un punto en la felicidad media, respecto a la vida en común, entre las mujeres que están en esta situación.

Madres orgullosas… y algunas arrepentidas

Porque si algo deja claro este estudio es que la maternidad es una experiencia que transforma completamente la vida de las mujeres... para bien (en la mayoría de las ocasiones), pero también para mal.

Más de la mitad de las encuestadas es madre (54%); el 29% tiene intención de serlo; a un 4% le hubiera gustado tener hijos, pero cree que ya no tiene edad para planteárselo; y el 13% (especialmente, entre las más jóvenes) considera que 'la maternidad no es para ellas'.

Entre las que tienen descendencia, el 27% asegura que tener hijos está siendo una experiencia muy difícil. Sin embargo, un 18% repetiría a pesar de todo y solo un 9% se considera 'arrepentida' porque, de haber sabido a lo que se enfrentaba, no hubiera sido madre.

¿Qué razones les llevan a hacer una afirmación tan categórica? Haberse enfrentado a serias dificultades en el cuidado y la educación de los hijos, no ser 'niñeras ni madrazas' y haber lidiado solas, o casi solas, con la crianza. Aunque si en algo coinciden tanto las 'arrepentidas' como todas las demás es en que educar no es una tarea fácil: un tercio de las madres reconoce que ha resultado más difícil de lo que imaginaba.

En cualquier caso, aunque casi todas las madres están felices con sus hijos, la encuesta nos deja claro un dato curioso: los pequeños tienen poca capacidad de influir en que sus madres se sientan felices o infelices con la vida en general.

Más formadas y con mejores hábitos

De los 20 aspectos sobre los rasgos de personalidad y la actitud vital que se han considerado en Las mujeres hoy, Laura Sagnier destaca que 'las españolas suelen ser reflexivas, exigentes consigo mismas, organizadas y cuidan su dieta'. Afirmaciones como 'procuro estar al día de las últimas tendencias de moda e ir renovando mi vestuario' es respaldada por el 31% de las encuestadas; y 'soy incapaz de salir de casa sin maquillarme', por un 24%.

En lo que respecta a los estudios, hay una abismo entre generaciones. Así, mientras que una inmensa mayoría de las 'madres' (68%) solo cuenta con estudios primarios o secundarios, más de la mitad de las 'hijas' (55%) ha pasado por la universidad. De hecho, solo un 18% de jóvenes tiene el mismo nivel de estudios o inferior que sus progenitoras.

En cuanto al estilo de vida, un tercio se declara fumadora; un 11% consume alcohol de forma regular y el 70% practica algún deporte.

Respecto a sus creencias religiosas, dos tercios de las mayores de 40 años se reconocen católicas (practicantes o no), frente a solo la mitad de las que tienen entre 27 y 40 años. Entre las de 18 y 26 años, no llega a un tercio el porcentaje de católicas.

La complicada tarea de encontrar trabajo

Y de la vida íntima, pasamos a la laboral. Porque la relación de las españolas con el trabajo no es, ni mucho menos, idílica. No llegan a seis de cada 10 (56%) las que tienen un trabajo remunerado. El 16% está en el paro, pero buscando empleo activamente; el 17% ha trabajado en alguna ocasión, pero en este momento no lo hace; el 8% sigue estudiando y el 3% no ha tenido nunca ocupación. Un dato fundamental: a más formación, más posibilidades de encontrar trabajo y obtener más ingresos.

A partir de los 27 años, 'compaginar bien el trabajo remunerado con la vida familiar' es la prioridad en un teórico trabajo ideal. De hecho, quienes lo consiguen se sienten más felices con su trabajo que aquellas que disfrutan de un salario superior pero tienen dificultades para compaginar su vida personal y profesional.

Pero tener trabajo no garantiza el bienestar. De las que están activas, el 42% reconoce que no trabajaría si no necesitara el empleo para vivir y solo un 18% seguiría trabajando aunque no lo necesitara. Esta falta de entusiasmo contrasta con el alto porcentaje (37%) que disfruta con las tareas domésticas.

Y en casa… ¿Quién se ocupa de todo?

Porque, nos guste o no, el trabajo en casa sigue siendo cosa de mujeres y parece que así seguirá en un futuro próximo. Ellas realizan el 76% de las tareas relativas al cuidado y la educación de los hijos y se calcula que, al ritmo en que se están incorporando los hombres a este asunto, faltarían dos o tres generaciones para que la labor de padres y madres se iguale. En cuanto a las tareas del hogar, ellas se encargan del 74% y solo un tercio de las parejas se considera 'equilibrada'.

Si hablamos de horas, ellas dedican más de la mitad del tiempo que pasan en casa despiertas (55%), cuidando del hogar y la familia, una proporción que se dispara (75%) si tienen un hijo menor de 5 años.

En el terreno económico, Sagnier destaca que 'mientras la mayoría de los hombres sigue manteniendo un papel pasivo en el trabajo del hogar, muchas mujeres han asumido un papel activo en su contribución a la economía familiar'. Y, a pesar de que muchas tienen ingresos inferiores a sus parejas, ellas soportan, de media, el 42% de los gastos familiares.

Conciliación, ¿misión imposible?

Mantener un empleo fuera de casa y otro dentro sin remunerar sigue siendo la realidad de muchas españolas. Por eso, debido a la dificultad para conciliar, el 20% acaba anteponiendo su vida familiar a la laboral, en algún momento de su vida. De ellas, el 60% abandonó totalmente el mercado laboral y a un 40% le supuso un 'freno'. ¿Las más afectadas? Las mujeres que han tenido hijos y las que tienen menos estudios.

Objetivo: Ser felices

'La mayoría de las españolas se sienten felices o muy felices con su vida (57%), a pesar de que muchas manifiestan que no se han cumplido sus expectativas', explica Laura Sagnier. De todas las facetas y criterios tenidos en cuenta para realizar este estudio, estos cuatro factores son los que tienen mayor capacidad de influir en cómo se sienten las mujeres: 1. La pareja que han elegido para compartir su vida o, por el contrario, que han decidido no tener. 2. La salud y el aspecto físico. 3. La relación que mantienen con su familia de origen, en especial padres y hermanos. 4. su personalidad y actitud ante la vida.

Los cumpleaños clave

El estudio Las mujeres hoy establece tres 'frentes' que influyen definitivamente en la vida emocional de las mujeres: el trabajo remunerado, la convivencia en pareja y los hijos. Y es un hecho que la incorporación de cada uno de ellos supone una disminución del tiempo que las mujeres disponen para dedicárselo a sí mismas. Concretamente, el trabajo remunerado requiere unas siete horas diarias; la convivencia en pareja, cuatro; y los hijos, al menos mientras son pequeños, otras cuatro horas. Teniendo en cuenta estos frentes y lo que conllevan, Laura Sagnier destaca tres cumpleaños clave en la trayectoria vital de las españolas.

Cumpleaños más importantes en la vida de las españolas:

  • 26 años. Hasta esta edad, la única ocupación de muchas mujeres son los estudios. Pero desde los 26 años y hasta los 40, lo más habitual es haber incorporado uno o dos frentes, sobre todo el trabajo remunerado y la convivencia en pareja. Esta es la franja de edad en las que las españolas se sienten, en general, “más felices con su vida y con todas las facetas que la integran”, según el estudio.

  • 40 años. Los nueve años que transcurren entre este cumpleaños y el de los 49 es la etapa más complicada, ya que más de un tercio de las mujeres debe lidiar al mismo tiempo con los tres frentes (trabajo, pareja, hijos), con las dificultades que eso conlleva.

  • 50 años. A partir de esta edad, algunas mujeres simplifican su vida abandonando alguno de los frentes a los que se dedicaban, como el trabajo o la pareja. Así recuperan la felicidad de etapas anteriores.

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