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Desde que llegó al mundo hace 40 años en Barcelona, su curiosidad no ha dejado de crecer. Quizá por ese hambre insaciable de conocimiento, esta física cuántica es capaz de mirar al mundo con una visión innovadora. De hecho, Forbes la eligió como una de las 100 personas más creativas del planeta. Pero, además de tener un cerebro privilegiado, Sonia Fernández-Vidal es capaz de transmitir cómo funciona el mundo cuántico con una sencillez extraordinaria.
Cuando hablamos, acaba de salir de la piscina con su hijo, un bebé de siete meses llamado Atlas. Su nombre no es casual: además de un titán de la mitología griega, así se llama uno de los grandes detectores de partículas construido en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, el laboratorio internacional que esta doctora en Física llama “la catedral del conocimiento moderno”. Ese lugar, en cuyas instalaciones se desarrolla la primera novela romántica que escribió, Quantic Love, ha marcado su vida. Allí vio que intentar descubrir el origen del universo puede hacer caer cualquier frontera.
Tras colaborar en el laboratorio Los Álamos (EE.UU.) y en el Instituto de Ciencias Fotónicas ICFO, ahora gestiona una consultora tecnológica que fundó con su marido. Y, sobre todo, se centra en divulgar y acercar la física cuántica con relatos como La puerta de los tres cerrojos (editorial Planeta), donde un chico entra en un universo extraño al cambiar su ruta hacia el colegio. Con la primera entrega de esta trilogía, traducida a 12 idiomas, ha logrado cientos de miles de seguidores. Y ya ha publicado su segundo volumen.
Mujerhoy ¿Qué la animó a escribir un relato sobre el mundo cuántico para aquellos que no son expertos en física? Sonia Fernández-Vidal Cuando se habla de física cuántica, la primera reacción de mucha gente es reticencia. Y es natural, porque parece algo muy complicado y ajeno. Yo quería acercar ese mundo a todo el que quisiera perderle el miedo. Por eso surgió la idea de hacer un relato para niños. Pero siempre digo que esta trilogía es para niños de 9 a 99 años... si tienes 99 años pero sabes ser un niño.
Mujerhoy En él habla de quarks, de electrones, del gato de Schrödinger… con la misma naturalidad que de elfos y hadas, con quienes comparten páginas en su libro. ¿Hay menos distancia entre ciencia ficción y realidad de la que pensamos? Sonia Fernández-Vidal Mucha menos. La física cuántica nos describe un universo completamente diferente al que estábamos acostumbrados. Cuando a principios del siglo XX los científicos empiezan a adentrarse en la esencia de la materia, nos descubren esas partículas elementales, que se comportan de manera muy extraña. Pueden atravesar paredes, estar en dos sitios a la vez, que es lo que llamamos teleportar… Y efectivamente, es algo más cercano a la ciencia ficción que a nuestro día a día. Por eso decidí mezclar ese mundo con elfos y hadas: choca tanto contra nuestra intuición de cómo funciona el día a día que, cuando intentaba explicar esos conceptos, sobre todo a los adultos, nos quedábamos atrapados en el área del cerebro que regula los procesos racionales y cognitivos. Pensamos: “Esto es imposible. No puedes estar vivo y muerto a la vez”. Y encuentras muchos bloqueos. En cambio, cuando activas otra parte de tu cerebro –la de la fantasía y la imaginación–, rompes ese bloqueo.
Mujerhoy ¿No nos atrevemos a pensar diferente? Sonia Fernández-Vidal Es que estamos acostumbrados a pensar racionalmente. Los enigmas que encuentras en el libro están puestos adrede: lo que hacen es activar el pensamiento lateral, que es mucho más creativo. Así fluye mejor la descripción de un mundo que es tan antiintuitivo.
Mujerhoy ¿Y cómo se pasa de la investigación a la escritura? ¿La animó alguien a salir del laboratorio para escribir? Sonia Fernández-Vidal Sí, si no no sé si lo hubiera hecho. Francesc Miralles y Alex Rovira escribieron La última respuesta, una novela de ficción que hablaba de la hija perdida de Einstein y Mileva Maric. Aunque su libro no era científico, para documentarse me pidieron que les diera una pequeña charla muy divulgativa sobre física moderna. Después Francesc me contó que organizaba en casa cenas con amigos con un invitado que hablaba sobre un tema, y que le gustaría hacer una noche cuántica. Me apunté y, tras la conferencia, se me acercó mi primera editora.
Mujerhoy ¿Recuerda cuando tuvo claro que sería física? Sonia Fernández-Vidal Ya cuando era muy pequeñita quería ser científica e irme a la Antártida. Sin embargo, no quise ser física hasta que descubrí la asignatura en el instituto. Tenía infinitas preguntas. En realidad, las de la noche de los tiempos de la humanidad: por qué hemos llegado hasta aquí, cómo funciona el universo, por qué nuestra existencia… Y me daba la sensación de que la Física era como una caja que, si la abrías, te daba toda la información y te lo explicaba absolutamente todo. Después, cuando en la carrera toqué por primera vez la física cuántica, experimenté esa frase que dice: “Cuando crees que tienes todas las respuestas, llega el universo y te cambia todas las preguntas”. Porque con la física cuántica parece que la máquina de la física newtoniana mecanicista, que parecía que lo explicaba todo y donde todo funciona de manera perfecta, explota de repente y empiezan a aparecer cosas extrañas. Quedé atrapada en la física cuántica como si fuera un agujero negro.
Mujerhoy ¿Es la primera física de la familia? Sonia Fernández-Vidal Sí, mi padre es profesor de Historia y Filosofía y mi madre, profesora de Educación Especial.
Mujerhoy ¿Y qué le parece la separación entre letras y ciencias? Sonia Fernández-Vidal Creo que es un error que seguimos arrastrando. Es una separación que empieza en la Edad Media y no creo que sea positiva. Pienso que no puedes ser un buen científico si, por ejemplo, no conoces la historia. No concibo un físico que no sepa las repercusiones que pueden tener proyectos como Manhattan, en Los Álamos, donde se desarrolló la primera bomba atómica.
Mujerhoy Los conceptos con los que trata nos son muy ajenos, pero usted dice que la física cuántica está muy presente en nuestras vidas. Sonia Fernández-Vidal Es que la vemos en todas partes: en las puertas de los súpermercados, en los microondas, en los teléfonos… Todo lo digital existe gracias a lo que sabemos de física cuántica. De hecho, más de un tercio de nuestra economía está basada en la física cuántica.
Mujerhoy ¿Y cómo imagina el mundo en un futuro no muy lejano? Sonia Fernández-Vidal Cuando mi hijo Atlas crezca, probablemente se habrán producido muchos avances y muy rápidos, en lo que se conoce como segunda revolución tecnológica cuántica. El famoso ordenador cuántico, que muchas empresas como Google, IBM o Microsoft están intentando desarrollar, puede que ya esté ahí. Y con estos ordenadores cuánticos se desarrollará muchísima tecnología con la que ahora mismo alucinaríamos todos.
Mujerhoy ¿Qué aplicaciones tendría ese futuro ordenador cuántico? Sonia Fernández-Vidal Por ejemplo, la encriptación. Gracias a la física cuántica existe una manera de encriptar información de manera que nadie pueda desencriptarla, pensando en este fenómeno por el que, cuando observas un estado o una partícula cuántica, la estás modificando. De modo que si tú y yo nos mandamos un mensaje secreto y alguien intenta espiar, se destruiría el mensaje y esa información quedaría 100% protegida. Este método es lo que están buscando todos los bancos. No es casualidad que la primera spin off [empresa promovida por miembros de la comunidad universitaria basada en los resultados obtenidos en la propia universidad] para hacer encriptación cuántica haya surgido en Suiza.
Mujerhoy Ha trabajado en el acelerador de partículas del CERN y en el laboratorio Los Álamos. ¿Qué le aportaron esas experiencias? Sonia Fernández-Vidal Fue una oportunidad extraordinaria. Yo tenía 23 o 24 años y trabajar con gente de todo el mundo… fue increíble. Entre otras cosas porque está muy bien integrada la colaboración internacional. Recuerdo que a veces íbamos a comer a Naciones Unidas y resultaba curioso que en la cafetería los representantes de cada país se sentaban todos juntos, pero no se mezclaban con los de otros países. Sin embargo, llegábamos nosotros y había un científico de Irán, un chino, un alemán… Naciones Unidas une a todas las naciones, pero desde cada uno de los países. En cambio, el CERN tiene una misión: entender el origen del universo, y es un propósito tan fuerte que une a gente de todo el mundo, de todas las religiones, de ambos sexos. Todas esas diferencias se borraban por un mismo objetivo. Creo que es un buen ejemplo de cómo un propósito elevado puede hacer desaparecer las fronteras.
Mujerhoy Entonces, ¿nunca se ha sentido tratada de manera diferente por ser mujer? Sonia Fernández-Vidal La verdad es que en el CERN había bastante representación femenina, pero en Los Álamos estuve en la división teórica y era la única chica. Ahí sí que noté diferencia. Aún así, nunca he sentido que me hayan tratado de forma diferente por ser mujer. No sé si es porque lo trascendemos o porque somos despistados y vemos cerebros con patas y no hombres o mujeres. No creo que haya más conciencia de igualdad que en otras áreas, sino que quizá hay más obsesión por el objetivo y por eso lo demás queda relegado.
Mujerhoy ¿Alguna vez será la física cuántica algo cotidiano para los no científicos? Sonia Fernández-Vidal Creo que cuando Atlas sea mayor, quizá sus hijos se teleporten o utilicen los ordenadores cuánticos como algo normal. Estos conceptos que para nosotros son extraños, serán cotidianos para ellos. Si los niños empiezan a utilizar estas tecnologías, les parecerá lo más normal del mundo. Igual que ahora utilizan un móvil.
Mujerhoy Cuando habla de estas cosas con personas ajenas a la materia, ¿la miran como un bicho raro? Sonia Fernández-Vidal Totalmente [risas]. Al principio dicen: “Los físicos cuánticos estáis como una chota, decís cosas muy extrañas”. Sin embargo, aún se quedan más sorprendidos cuando les digo que la teleportación cuántica con partículas fundamentales se ha hecho de manera experimental desde 2003; hay laboratorios que ya están haciendo teleportación de estas partículas fundamentales.
Mujerhoy ¿Qué opina sobre Pedro Duque, el ministro de Ciencia? Sonia Fernández-Vidal Espero que con él, que es capaz de ver la Tierra desde la Luna, se fomente más la ciencia en este país. Los recortes que ha habido en i+D+I son trágicos; incluso desde organismos internacionales se ha hecho una llamada de atención. Un apagón como este puede suponer muchos años de retraso. Y es irónico, porque tenemos investigadores de primera. Preparamos a gente de manera extraordinaria, algo que es caro, pero los dejamos escapar. No tenemos puestos para ellos y el talento se nos va. Es absurdo, por eso creo que es importante la divulgación.
Mujerhoy ¿En qué sentido? Sonia Fernández-Vidal Mucha gente piensa que los países ricos son los que invierten en ciencia y no se dan cuenta de que los países son ricos precisamente porque invierten en ciencia. Hasta que no haya esa conciencia, seguirá habiendo recortes. Por eso creo que es muy importante hacer divulgación científica, para que sea la sociedad quien demande que se invierta en investigación, porque es eso lo que hace que un país avance. Hay estudios que lo corroboran: por ejemplo, por cada dólar invertido en el programa Apolo [el programa espacial tripulado de EE.UU. en los años 60], 14 habían retornado a la economía norteamericana.
Mujerhoy Tiene dos vocaciones aparentemente muy distintas, la escritura y la ciencia. ¿Es posible que no sean tan diferentes? Sonia Fernández-Vidal Por supuesto. Mucha gente cree que los científicos son cuadriculados, pero es al revés. Al hacer ciencia exploras territorios donde nunca nadie había estado antes, así que tienes que desarrollar una parte muy importante de creatividad e intuición. Muchos físicos teóricos coincidirán en que a veces estás desarrollando una teoría y llega un momento en que paras y dices: “Aquí está, tiene que ser esto porque es precioso”. Al final, cuando la investigación te habla, ves belleza. Y no hay nada más poético que ese instante.
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