14 feministas con mucho que decir

14 feministas con mucho que decir

Mujeres de diferentes edades, profesiones y feminismos reivindican la igualdad.

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Hacia un nuevo contrato social: mujeres y hombres juntos. Ana de Miguel. Filósofa.

“El feminismo debería servir para que la reciprocidad fuera la norma en las relaciones humanas. Para que este deje de ser un mundo de abusones. Para que no nos sigan tomando el pelo. Afortunadamente, cada vez más gente lo comprende. Los problemas de las mujeres están pasando a ser problemas de la humanidad. Pero uno de los peligros más importantes que acechan es hacer del feminismo un chivo expiatorio de los problemas sociales; apelar a los miedos y los prejuicios con expresiones como “feminazis” o “ideología de género”.

No solo duelen los golpes. Pamela Palenciano. Monologuista, comunicadora y activista

“Llevamos tres siglos de feminismo, frente a 21 de patriarcado, así que queda mucho por hacer. Nos importan poco la mujeres árabes, latinoamericanas, afrodescendientes… El año pasado, muchas no pudieron hacer huelga porque eran trabajadoras domésticas de otras que sí la hicieron. Todas tenemos diferentes miradas, pero no voy a dejar de escuchar a las abolicionistas, regulacionistas o al movimiento trans, hasta conseguir una sociedad más igualitaria. Porque si algo tengo claro es que la igualdad es imprescindible”.

Soy tu empleada del hogar, no tu esclava sexual. Edith Espínola. Secretaria SEDOAC y activista por los derechos de las empleadas del hogar

“El patriarcado ha vinculado las labores domésticas a la mujer a lo largo de los siglos. El empleo del hogar lo desarrollan en un 90% mujeres que ven cómo sus derechos laborales son los mínimos, unos peldaños por encima de la supuestamente olvidada esclavitud. El 8M haré huelga y me manifestaré con mis compañeras. Pero el 30 de marzo, Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar y los Cuidados, es una buena oportunidad para que todas volvamos a la calle, exigiendo nuestra inclusión en el Régimen General de la Seguridad Social, con los mismos derechos que todos los trabajadores”.

Solo la fuerza de las mujeres detendrá el fascismo. Isabel Mastrodómenico. Socióloga, directora de Comuniación y Género

“En comunicación, hay una desigualdad evidente, no se cumple la ley. Hemos logrado visibilizar el feminismo como lucha global, identificando un objetivo: una sociedad igual para todas y todos. Pero es necesario llamar al voto feminista porque se vaticina un auge de la ultraderecha y eso supondría un retroceso de los derechos de la mujer. El año pasado fue espectacular y este va a ser impresionante. Sabemos lo que nos jugamos. Pagaría por ver a Virginia Wolf, Olympe de Gouges o las sufragistas viendo las movilizaciones. Ni un paso atrás”.

Conquistanmos la libertad que nos pertenece. Brisa Fenoy. Cantante y compositora

“Hay que practicar la igualdad en el día a día. Tenemos que pensar dónde ponemos el dinero, apostar por marcas éticas y sostenibles. En la sostenibilidad está la igualdad para todo el mundo; solo así el sistema se sostendrá. Los movimientos de mujeres están despertando conciencias, pero es necesario que todo el pueblo se una. Se habla de igualdad porque es tendencia, pero es una urgencia que nos conviene a todas las personas. Animo a los hombres a que se unan a la manifestación, porque es muy importante que cambiemos juntos”.

Decidimos cambiar la dirección del puño, porque nosotras nos defendemos: nosotras luchamos. Elvira Sastre. Escritora, ganadora del Premio Biblioteca Breve 2019.

"Tengo el 8M marcado en el calendario; creo que me volverá a reconciliar con la sociedad. El año pasado fue histórico, algo cambió para siempre. Hemos avanzado mucho, sobre todo en visibilidad. Muchos hombres se han dado cuenta de sus errores y han puesto empeño en solucionarlos. Es emocionante ver cómo las mujeres nos unimos contra el machismo, la violencia de género, la brecha salarial, la falta de oportunidades. De todos modos, solo hemos empezado”.

El machismo no está fuera, sino dentro de todos y todas. Elvira Mínguez. Actriz

"No soy amiga de aglomeraciones, pero me gustó participar en el 8M. Fui con amigas y dejamos a los niños con sus padres. La energía fue extraordinaria, aunque creo que nada ha cambiado tanto: estamos dando pasos atrás y el futuro no es halagüeño. Es necesario interiorizar que todos, mujeres y hombres, somos machistas y eso no cambia en una generación. El machismo interesa, tiene réditos políticos y económicos. Deberíamos cambiar de estrategia y hablar de equidad y derechos humanos. Los de todos y todas”.