Michael Jackson junto a una familia. / d.r.

actualidad

Secretos que matan por dentro, por Isabel Menéndez

Wade Robson y James Safechuck relatan en un documental que Michael Jackson abusó de ellos cuando eran niños. Ambos sienten la necesidad de decir su verdad.

Esta es una historia que podríamos calificar de " pornografía emocional", pues todo empezó por una seducción amorosa que desembocó en violaciones de carácter sexual que se prolongarían a lo largo de los años.

No es la primera vez que se acusa a Michael Jackson de abuso de menores. Pero con la reciente presentación del documental Leaving Neverland (que recoge los testimonios de Wade Robson y James Safechuck), de nuevo sale a la luz una historia de perversiones en las que, el llamado Rey del Pop, habría tratado a unos niños como fetiches sexuales a su disposición. El cantante simuló una boda secreta con James Safechuck, sellada con un anillo de diamantes. Le dijo que ellos vivían una historia de amor, pero que no se lo contara a nadie y que de las mujeres no había que fiarse.

El adulto que abusa de un menor suele ser alguien a quien el niño idealiza.

En 1993, Evan Chandler acusó a Jackson de abusar sexualmente de su hijo de 13 años, Jordan. El caso se resolvió fuera del juzgado y la familia recibió 22 millones de dólares. Pero en 2009, Jordan rectificó diciendo que su padre le había obligado a mentir y unos meses más tarde Evan Chandler se suicidó. Los protagonistas del documental también reconocen las mentiras que declararon en sede judicial para defender al cantante cuando fueron llamados para ratificar la denuncia del padre de Jordan.

James Safechuck cuenta que Jackson, que ya se había alejado de él, le pidió que testificara a su favor, y no pudo decirle que no. Estos favores siempre se pagaban con dinero: les compró una casa a sus padres y a James le regaló un coche.

A raíz de otra denuncia por abusos, la policía hizo un registro en la casa del cantante, Neverland, cuyo nombre evoca al País de Nunca Jamás de Peter Pan: un lugar donde los niños nunca crecen. Allí encontraron pornografía infantil, libros y revistas con adolescentes desnudos y escenas de sadomasoquismo. Dieron también con una habitación secreta , en su suite, tras un armario. Allí abusaba de los niños mientras sus padres dormían en la habitación de al lado. Jackson creó un mundo donde los niños no debían crecer. Cada dos años, cambiaba de amante: al cumplir los 14, los dejaba.

Un gran negocio

  • Cuando el dinero, la fama y el poder es lo que más importa, los niños se pueden convertir en moneda de cambio para los padres que no quieren ver lo que sus hijos están sufriendo. El abuso a un menor no se puede realizar durante años sin la complicidad de los padres. üLo que hace que se mantenga en el tiempo un abuso es la ley del silencio que los adultos practican, en este caso por dinero. Un gran negocio envenenado.

Daño perpetuo

El adulto que abusa de un menor suele ser un miembro de su familia: el padre o alguien muy cercano que ocupa un lugar idealizado para el niño. El abuso no se realiza a través de la violencia, sino de la seducción. El menor establece un compromiso emocional con el adulto: se deja hacer porque se siente el elegido, algo que de mayor le hace sentirse culpable.

Michael Jackson era considerado un miembro más en las familias de sus "niños-amantes". La madre de James dice: "Llegué a sentir que era uno más de mis hijos". Y añade: "No pude proteger a mi pequeñín". La de Wade estuvo viviendo prácticamente sola en Neverland, porque el padre nunca iba con ellos. Jackson y su hijo la evitaban porque, decían, querían estar solos.

James y Wade afirman que creían estar enamorados de la estrella y por ello no se podían considerar abusados. Uno de los motivos que aducen para hablar ahora es que tienen hijos. James dice: "Cuando tienes hijos es aún peor. Se va acercando a la edad que yo tenía y comprendo que un niño no puede ser culpable". Necesitan poner palabras a lo que sucedió para vivir su lugar como padres y elaborar la culpa. James señala el daño que le hacía haber mentido durante tanto tiempo: "Los secretos te corroen, te consumen desde el interior y una parte de ti es como si estuviera muerta".

La noticia: el documental Leaving Neverland

  • Dan Reed recoge los testimonios de Wade Robson y James Safechuck en una docuserie de dos capítulos (Movistar +) donde relatan los síntomas que han sufrido a lo largo de su vida y que son la expresión de la violencia a la que los sometió Michael Jackson con la complicidad de la familia y la sociedad. La culpa, la depresión y la caída en las drogas ahogaron sus vidas.

Wade, por su parte, fue a un psicoterapeuta porque imaginar que alguien hiciera a su hijo lo que él sufrió le repugnaba: "Mataría a quien le hiciera eso". Dejó el tratamiento porque tampoco se atrevía a contar su historia, pero poco después pensó: "Tengo que volver, tengo que hablar". Hablan ahora porque necesitan liberarse del peso del secreto.

Algunos secretos familiares, entre ellos los relacionados con abusos, enferman. Rompen el psiquismo, ya que ese tipo de experiencia no puede ser elaborada por un niño y provocan síntomas cuando se es adulto. James, por ejemplo, decía que no podía dormir, sufría ansiedad y depresión, y no sabía las causas. El abuso produce un traumatismo que tarda años en elaborarse. Su dimensión está relacionada con la intensidad de lo vivido.

Y además...

- Cumplir 60 años: una revolución, por Isabel Menéndez

- ¿Somos libres al amar?, por Isabel Menéndez

- Mentir a tus hijos tiene consecuencias, por Isabel Menéndez