Ser natural es la más difícil de las poses. Lo dijo Oscar Wilde, que lo sabía todo sobre las duquesas, el adulterio y los sándwiches de pepino, tres de las manías de la aristocracia inglesa, que acaba de adoptar, con alharacas de naturalidad, a una actriz birracial de California conocida por la serie de televisión Suits.
Los príncipes de hoy buscan consortes en la tele porque es más fácil enamorarse de un personaje que de una mujer. Y Meghan Markle, entrenada para no mirar nunca a cámara, ha sido inspectora del FBI, abogada sexy, pasajera de avión, Bella Durmiente. ¿Puede un príncipe aspirar a menos? Es 2019 y, lo sabemos, la monarquía será catódica o no será.
La reina Isabel II lo ha entendido mejor que nadie: empezó su reinado retransmitiendo su coronación y morirá como líder de audiencia de la mejor producción de Netflix: The Crown. Dicen que ella también sigue la serie. Dicen que ella no quiere confesar que la ve, pero la ve. Dicen que nunca había sido tan amada.
¿Ocurrirá lo mismo con la niña que fue Meghan, la que jugaba en los platós mientras su padre operaba las cámaras y su madre maquillaba a las actrices? ¿Habrá un protocolo real para dominar los rizos afro con queratina sin que el encrespamiento la asalte en las raíces? ¿Será esa raíz una tara o el único resquicio para su libertad?
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?