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Miss dramas: Spoiler, están casados

"¿Harta de que te den gato por liebre en Tinder? ¿Cansada de fantasear con una foto que no se corresponde con ningún mortal conocido?"

maite niebla

Miss Dramas
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¿Harta de que te den gato por liebre en Tinder? ¿Cansada de fantasear con una foto que no se corresponde con ningún mortal conocido? ¿Hastiada de quedar con un hipster para encontrarte un gótico, o con un empotrador que resultó ser un blandengue con calva?

Si has respondido sí a la mitad de estas preguntas (y tenemos más, pero no te queremos hundir en la miseria), necesitas un factchecker del amor: un profesional que verifique hechos y datos hasta encontrar la verdad.

Cualquier perfil puede ser un bulo; incluso los más discretos, que no presumen y solo quieren quedar entre semana porque el finde lo dedican a hacer alpinismo y a ver cine de arte y ensayo ( spoiler: están casados). Por eso he creado un método infalible de factchecking para Tinder y otras webs de citas que ha demostrado ser casi perfecto. La primera regla: todo perfil interesante debe ser verificado y todos los que incluyan declaraciones como "enamorado del amor" y "graduado en la universidad de la calle", están descartados.

Una vez pasado este primer corte higiénico, busca en Google el nombre del sujeto y su foto de perfil. Aquí aparecen las primeras sorpresas. Quizás la foto pertenezca a un actor de telenovela turca o el nombre arroje cientos de resultados confusos que no encajan con el sujeto. Después, búscalo en Facebook: comprueba que existe y, si es así, coteja su foto de perfil con la de Tinder. Si tenéis algún amigo en común, llama a esa persona y pregunta. Si te inquieren por qué tanto interés alega motivos legales o financieros, nunca sentimentales.

El tercer paso es Linkedin. Aunque el currículo esté desactualizado, si el nombre y la foto se corresponden con un perfil fiable, puedes empezar a recuperar la fe. Y viceversa: si Linkedin no arroja información alguna sobre el sujeto, hay que descartar.

El cuarto nivel es Instagram. Un ser humano real debe ser reconocible por encima de filtros y hashtags. Instagram nos parece fiable porque permite ver al ser humano en un estado manifiesto de postureo e irrealidad útil para contrastar con las mentiras (piadosas y no tan piadosas) que se cuentan en Tinder. Por último, y una vez que nos hemos asegurado de que el ente de Tinder se corresponde con un ser humano debemos aplicarle al sujeto en cuestión un código captcha artesanal con su correspondiente pregunta: "¿Eres un robot?".

El sujeto dirá que no, pero debes mostrarle cuatro fotos de carreteras secundarias y pedirle que señale la que tenga un coche rojo. Si se equivoca más de tres veces es un robot. Y desde aquí no recomendamos experimentar en Tinder con la inteligencia artificial.

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