Para no ser un juguete roto, Simone Biles se hizo avión. Hija de una madre adicta al crack. Menor de cuatro hermanos. Niña de ida y vuelta en hogares de acogida, Simone era carne de cañón, pero descubrió el arte de caer –sin romperse– y volvió a casa cargada de medallas. Salvada del abandono por su abuelo materno, a los ocho años ya luchaba en la élite de la gimnasia artística.
Niña con don, niña prodigio, niña volantín, niña del asombro y del perfecto espagat. En otro tiempo, hubiera sido, tal vez, titiritera de circo, bufón de la corte, la mujer bala del freak show. Pero el maillot de Simone lleva una bandera con barras y estrellas, y sus proezas engrosan la cuenta corriente de la identidad nacional. Ella es el pan y el circo de la televisión por cable. La mejor gimnasta de su época. Una Nadia Comaneci que sí sonríe. La que gana, como si fuera fácil. Cuatro oros olímpicos en Río, 13 oros mundiales.
Entera, pese a haber sufrido abusos sexuales. Porque ella fue una las 350 víctimas de Larry Nassar, el médico que violó a las gimnastas del equipo nacional durante décadas. Llegando más lejos cada año, pese a que ahora su hermano Tevin haya sido acusado de un triple asesinato. Él participó en un tiroteo en una fiesta de Nochevieja. Ella, cruel ironía, ha sido la primera mujer en hacer dos triples: es decir, dos saltos mortales con tres rotaciones. Otra vez lo imposible en su cuerpo. Ella, ingrávida, pese a tanto lastre.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?