¿A alguien le ha pillado de sorpresa este Oscar? Si es así, es que no ha escuchado ni leído nada de nada sobre lo premios de esta edición. Porque si había una estatuilla que parecía tener dueño desde hace meses, era la de Joaquin Phoenix por su interpretación del 'Joker' como actor principal. El actor se llevaba su primer Oscar a los 45 años.

Comenzaba con un clásico que, sin embargo, en esta gala se ha estilado poco: subir a un pedestal a sus compañeros de nominación, entre los que estaba nuestro Antonio Banderas: " No me siento por encima de mis compañeros de nominación porque amamos esta forma de arte. No sé donde estaría sin ello. Uno de los principales dones es la posibilidad de utilizar nuestra voz".

Era entonces cuando comenzaba su alegato reivindicativo: "He pensado mucho las condiciones que nos enfrentamos, hablemos de desigualdad de género, de racismo, de LGTB, de los animales... la lucha contra las injusticias. Un pueblo, una raza no tiene derecho a explotar a los otros con impunidad. Nos hemos desconectado mucho del mundo natural y estamos en un mundo egocéntrico y explotamos nuestro entorno para nuestro bien".

"Creemos que la idea del cambio político es que tenemos la necesidad de sacrificar algo, pero cuando aprovechamos el amor como principio podemos llevar a cabo sistemas de cambio beneficioso para el ser humano. He sido granuja a lo largo de mi vida, pero muchos me habéis dado una segunda oportunidad", añadía.

"Y eso es lo mejor cuando nos apoyamos y nos educamos y llegamos a la redención. Es lo mejor de la humanidad. Mi hermano, cuando tenía 17 años, escribió esta letra: 'Corre al rescate y la paz vendrá después'", remataba Phoenix.