María Dolores Dancausa, en la sede de Bankinter. El vestido es de Mulberry y los zapatos, de Roger Vivier. /
Tres o cuatro veces por semana, cuando acaba su larga jornada al frente del banco más rentable del Ibex 35 (con un beneficio récord de 550,7 millones de euros el año pasado, un 4,6% más que en 2018), María Dolores Dancausa se calza las zapatillas y sale a correr. A buen ritmo, recorre los más de cuatro kilómetros de perímetro de un parque madrileño, mientras su marido espera en el coche escuchando la radio. Correr es, para la máxima ejecutiva de Bankinter, una forma de liberar tensión, pero también de hacer balance del día y reflexionar sobre la agenda pendiente.
Una rutina que dice mucho de su disciplina y su carácter, y que ha conseguido mantener durante los 10 años que muy pronto cumple al frente del banco. Incluso en los peores momentos de esa crisis que zarandeó nuestra economía, puso patas arriba el sector financiero y cuyas secuelas aún soportamos. “He llegado en un momento difícil, de transformación de la banca, pero eso hace que el trabajo sea más apasionante”, decía la consejera delegada de Bankinter a Mujerhoy hace una década, poco después de su nombramiento al frente del banco, al que llegaba después de poner en marcha y dirigir durante 16 años la aseguradora Línea Directa. Y sentenciaba: “ Siempre pienso que a las mujeres nos ha tocado vivir papeles importantes y desagradecidos en todas las crisis. Cuando todo se derrumba, sacamos fuerza y tomamos las decisiones para salir adelante”. La cita para esta entrevista se produce antes de que saltaran los primeros casos de coronavirus en nuestro país, pero la amenaza de una posible recesión global ya planeaba en el horizonte.
Mujerhoy ¿Sigue hoy pensando lo mismo que entonces? ¿Han sido estos años tan duros como creía? María Dolores Dancausa Sigo pensando que las mujeres tenemos, en general, una capacidad de resistencia ante la adversidad superior a la de los hombres. No creo ser arrogante al decir algo que puedes observar en el día a día. En cuanto a la crisis, al examinarla con perspectiva, realmente fue más intensa y difícil de lo que percibíamos mientras estábamos inmersos en ella. Ahora somos conscientes de lo que ocurrió, con cierres masivos de empresas, destrucción de actividades económicas, caídas del PIB, niveles de paro nunca conocidos y la desaparición de casi el 50% del sector financiero, incluidas casi todas las cajas de ahorro. 2012, con la amenaza del rescate financiero y las decisiones que se tomaron para superarlo, fue el momento más complicado.
M.H. ¿Y qué enseñanzas se lleva de este periodo, en lo personal y en lo profesional? M. D. Dancausa Las crisis son escuelas de liderazgo y superación. En ellas aprendes y ejercitas disciplinas muy útiles, como la austeridad, el valor de la prudencia, la capacidad de superación, la importancia de la prevención...
M.H. ¿El balance de esta década como consejera delegada ha sido entonces positivo? M. D. Dancausa El balance lo han de hacer aquellos para los que he trabajado: accionistas, consejeros, clientes o empleados. Pero en el balance íntimo, en el que se mezclan logros profesionales, familiares y personales, puede haber sentimientos encontrados. Yo suelo decir a mis hijos que, en la vida, elegir es renunciar. Y no siempre estás segura de haber acertado.
M.H. ¿Su familia ha notado esas renuncias? M. D. Dancausa Creo que no. Mis hijos, cuando eran pequeños, sí han sentido que su madre no iba a recogerles todos los días al colegio o que no estaba tan encima de ellos como otras madres. Pero, pasado el tiempo, creo que se sienten muy orgullosos de dónde he llegado. Y quiero pensar que, al final, les queda el ejemplo de una vida de trabajo y esfuerzo.
(Dancausa se considera en ese sentido una privilegiada, porque su marido se ha hecho cargo sin problema de esa parte de responsabilidad y presencia de la que ella no ha podido ocuparse por sus responsabilidades. Pero reconoce que, “aunque pueda sonar un poco antiguo, sigo pensando que, si tu hijo tiene que ir al médico, tienes que estar ahí. Crees que es tu obligación y, si no estás, sientes cierta culpabilidad que la mayoría de las mujeres llevamos dentro. No sé si la juventud de ahora la tendrá, pero yo la he tenido siempre... ¿A qué dedico más tiempo? Sin duda, a mi trabajo. Pero la prioridad sigue siendo la familia”.)
M.H. Usted ha defendido en numerosas ocasiones la paridad, pero siempre se ha mostrado en contra de las cuotas. ¿Por qué? M. D. Dancausa He defendido siempre que la igualdad empieza en las oportunidades de formación en todas las disciplinas, sin excepción. Pero, ganada la batalla en el colegio, pienso que el resto del camino es cuestión de tiempo. Sé que muchos prefieren acelerar el proceso con cuotas. Pero estas acarrean el estigma, muchas veces injusto, de que se sustituye capacidad por cuota. Y esto puede retrasar, más que acelerar, el camino hacia la plena igualdad.
M.H. ¿Por qué cree que es así? M. D. Dancausa Porque si cumples una cuota, te preguntas: “¿Os intereso yo u os intereso porque soy mujer?”. Y, al final, puedes retrasar el acceso de otras que podrían estar ahí por sus propios méritos. Es verdad que, por cada mujer con la que te equivocas, hay muchos hombres con los que te equivocas igual, pero creo que es mejor avanzar de manera más lenta pero segura.
M.H. Sin embargo, en Bankinter existe paridad en la alta dirección y el 51% de sus empleados son mujeres. M. D. Dancausa Haber llegado a esas cifras sin cuotas, por un proceso de selección basado en la preparación, el talento y el liderazgo, es un orgullo. Y creo, además, que es el mejor instrumento para hacer descender en cascada esas pautas al resto de la organización.
La consejera delegada de Bankinter, en la sala donde se reune el consejo de administración del banco. /
M.H. ¿Ese efecto cascada hubiera sido posible si no hubiera una mujer en lo más alto? M. D. Dancausa Es difícil saberlo. Estoy muy orgullosa de esa paridad, pero siempre he elegido a quien creía que tenía las mejores capacidades, independientemente de que fuera hombre o mujer.
M.H. Ha dicho más de una vez que no cree en el techo de cristal, pero reconoce que hay limitaciones para las mujeres en el ámbito laboral. M. D. Dancausa Sin duda las hay y son más acentuadas cuanto más pequeña es la empresa y mayores son las exigencias presenciales. Pero contra ellas pueden jugar un papel importante la tecnología y la concentración de empresas. Y eso, por cierto, vendría muy bien a la economía española, tan atomizada.
M.H. ¿Y por qué cree que sigue existiendo esa brecha de género en las grandes empresas y, sobre todo, en el sector financiero? M. D. Dancausa Porque todo cambio lleva su tiempo. El sector financiero ha sido muy masculino. Y es lógico que el proceso sea más largo. Pero la brecha acabará desapareciendo, porque la dinámica es imparable.
M.H. Usted fue pionera en sentarse al frente de un consejo de administración del Ibex 35, pero aún hay muy pocas mujeres en ese puesto. M. D. Dancausa Posiblemente hubiera sido deseable un cambio más acelerado, aunque el proceso de renovación de los consejos de administración es lento. Pero las cifras van progresando de manera razonable.
M.H. ¿Qué deberían hacer las compañías para llegar al objetivo que marca la ley para que este mismo año el 30% sean consejeras? M. D. Dancausa En las grandes empresas estamos muy cerca. El porcentaje de consejeras estaba en el 28% al cierre de 2019. En Bankinter es del 33% y cumplimos desde hace tiempo con esa recomendación.
M.H. Cuando Ana Botín, presidenta del Banco Santander, dijo que era feminista, se organizó cierto revuelo mediático. ¿Usted también lo es? M. D. Dancausa Si por feminismo se entiende estar a favor de la igualdad de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres, lógicamente soy una de ellas. Y más aún, no concibo que haya nadie en su sano juicio que pueda estar en contra de eso.
M.H. ¿Cree que veremos pronto una mujer al frente del Gobierno? ¿Considera que España está preparada para ello? M. D. Dancausa Echo muchísimo de menos no verla ya. Creo que el día que esto ocurra será una magnífica noticia para todos. España está más que preparada para ello. Pero creo que, con alguna excepción, no lo están los partidos políticos, que es de donde ha de salir la candidata para ese puesto. Estoy convencida de que las difíciles decisiones que hay que tomar para enderezar tantas cosas que se han ido deteriorando gradualmente durante años y años requieren valentía y determinación. Y posiblemente una mujer las pueda afrontar con mayor fortaleza física y mental que un hombre.
M.H. Así que le gustaría que hubiera una presidenta del Gobierno... M. D. Dancausa No tengo ninguna duda, lo tengo clarísimo [risas]. Pero no diré más.
M.H. Habrá alguna dirigente con la que se sienta más identificada o que le guste especialmente... M. D. Dancausa ¿Española? De ese tema, ni hablar [risas]. Pero Christine Lagarde [actual presidenta del Banco Central Europeo] es un ejemplo absoluto, aunque no descubro nada nuevo. Es una de las personas mejor preparadas que hay. Y a la vista está la carrera que lleva.
Total look de Fendi y pendientes de Bornay Creations. /
M.H. ¿Y por qué cree que los partidos políticos no están preparados para tener una candidata? M. D. Dancausa Yo creo que les cuesta. En la política hay un montón de mujeres, quizá ha sido uno de los sectores que más han avanzado en ese sentido. De hecho, no hay más que ver el número de ministras que hay ahora, como las hubo con el Gobierno del PP. Y no solo ministras, también mujeres en puestos relevantes de la Administración. Por eso digo que esto es imparable.
M.H. ¿No le tienta a usted entrar en política? M. D. Dancausa No, no siento esa tentación.
M.H Pero sí tendrá algunas peticiones para el actual Gobierno... M. D. Dancausa Lo que pedimos es primero seguridad jurídica, que es muy importante para los bancos. Somos un sector que se nos ha demonizado en los últimos tiempos: se ha transmitido un mantra, que es erróneo, de que la banca tiene la culpa de todo lo que pasó durante la crisis. Y no es cierto: fue un asunto de una serie de cajas de ahorros y una parte de la banca ayudó a solventarlo. Nuestro trabajo está basado en la confianza y necesitamos que esa confianza retorne. La banca juega un papel fundamental en el desarrollo económico, pero es muy difícil trabajar en un entorno en el que los Gobiernos, sean del color que sean, acaban echando a la banca la culpa de muchas de las cosas que han pasado.
M.H. ¿Usted cree que existe un riesgo real de sufrir una nueva crisis? M. D. Dancausa Por supuesto que es una amenaza real. Y si se deja de considerar como tal y se baja la guardia, estaremos ante la mejor receta para que termine ocurriendo. Por eso es importante mantener un clima de confianza que favorezca las inversiones en España y permita que las empresas generen empleo. Las épocas de prosperidad suelen ir unidas a excesos y estos nunca son buenos. Por eso las crisis enseñan tanto, porque son momentos de dar marcha atrás, de reducir gastos, de no vivir por encima de tus posibilidades. Estoy hablando desde el punto de vista de las familias y las personas físicas, pero eso mismo lo puedes trasladar a las empresas.
M.H. ¿La pandemia por el coronavirus puede aumentar el riesgo de una nueva crisis? ¿Está preparado nuestro sistema financiero? M. D. Dancausa La actividad económica está inmersa en un periodo incierto y bastante negativo como consecuencia de múltiples factores, que han sido rematados por el coronavirus. La situación está impactando en los mercados e indudablemente afectará a las economías. Ya está impactando en el valor en Bolsa de los bancos. Aunque las fortalezas adquiridas tras la última crisis, servirán al sistema financiero para afrontar este escenario que debería ser coyuntural.
(Por ahora Bankinter afronta los nubarrones en el horizonte como la tercera entidad más rentable de Europa, con resultados récords en los últimos siete años y con la salida a Bolsa de Línea Directa. Unos logros, que tienen mucho que ver con los valores que defiende Dancausa: “Siempre digo que mis únicos méritos son el esfuerzo, la perseverancia, la determinación, el tener muy claros los objetivos y la forma de alcanzarlos, haber sido capaz de rodearme de equipos capaces y competentes...”).
M.H. ¿Se considera un referente para las mujeres? ¿Qué recomendaría a las que están iniciando su carrera en el sector financiero? M. D. Dancausa Me da cierto vértigo verme como un referente, y menos aún para un colectivo tan amplio y variado. Si mi cometido sirve de ejemplo para alguien, bienvenido sea. A quienes inicien su carrera en la banca, les digo que han elegido un sector muy complejo, muy competitivo, con rentabilidades nada fáciles de alcanzar, con un alto nivel de regulación, inmerso en plena transformación y sometido a multitud de presiones. Antes que nada, les recomendaría que desarrollasen eso que se denomina “resiliencia”, una sólida resistencia ante la adversidad. Y les diría que perseveren, que no dejen de formarse, que busquen un proyecto y un entorno donde se valoren sus capacidades y que sepan aprovechar las oportunidades.
M.H. ¿Es lo que ha recomendado a sus tres hijos? M. D. Dancausa Les he inculcado las enseñanzas que recibí de mi padre. Sobre todo, la importancia de la formación, la determinación para ser autosuficiente, la autoexigencia, el respeto a los demás y la humildad, que no hay que perder de vista, sobre todo cuando más arriba se está.
M.H. ¿Hasta cuándo se ve al frente de Bankinter? M. D. Dancausa En determinadas responsabilidades hay que estar desde el primer día hasta el último, manteniendo la ilusión de que aquello es para siempre y teniendo todo listo para pasar el testigo al día siguiente.