El multimillonario empresario británico Richard Brandson posa en la playa de la isla privada de Necker, una propiedad de la que podría tener que desprenderse en breve para poder hacer frente a las numerosas pérdidas de su compañía aérea. / gtres online

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Richard Branson está al borde de la bancarrota y solo esta decisión radical podría evitarla

Frente a la dura crisis por la pandemia global que afronta su grupo empresarial, el multimillonario británico se plantea in extremis obtener liquidez con la venta de su propiedad más valiosa.

Es estallido del Covid-19 ha tenido graves consecuencias en todos los sectores económicos, especialmente en el turístico que se ha visto afectado drásticamente. La primera aerolínea internacional que se ha visto afectada ha sido Virgin Australia, propiedad del magnate y multimillonario Richard Branson. Esta semana, la compañía se declaraba en suspensión de pagos en la Bolsa australiana, haciendo pública una deuda que supera los 3.000 millones de dólares.

En una carta que publicaba el propio magnate este martes, aseguraba estar “orgulloso de todo lo que hemos logrado juntos. Esto no es el fin de Virgin Australia, sino un nuevo comienzo. Vamos a trabajar día y noche para conseguirlo”. Como solución para hacer frente a esta terrible catástrofe, Branson ha decidido pedir un crédito para el que ha puesto como aval su bien más preciado: la isla privada de Necker, que compró hace cuatro décadas en el Caribe y que se ha convertido en su refugio vacacional al que ha invitado a numerosos amigos tan famosos como el matrimonio Obama, Diana de Gales o Kate Moss.

Richard Branson junto a la actriz Kate Winslet en una visita a la isla de Necker. / gtres online

Con una extensión de 30 hectáreas, la isla no solo acoge el paradisíaco refugio de Branson y sus archifamosos amigos (en la que incluso Brad Pitt y Jennifer Aniston quisieron pasar su luna de miel en el año 2000), desde la élite política (Nelson Mandela, Jimmy Carter, Tony Blair) a los círculos de Hollywood (Kate Winslet, Harrison Ford o Robert DeNiro), sino que también acoge un complejo turístico de lujo que emplea a 175 personas.

El valor que se baraja estos días de la propiedad ronda los 80 millones de dólares y aunque el controvertido empresario ha confesado que no se trata de una más de sus valiosas propiedades (“la considero parte de mi familia”, declaró), aún está por ver si puede servir para ayudarle a salvar su empresa.

Vista aérea de la isla privada de Necker / gtres online