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En medio de la niebla siempre suele aparece un haz de luz que guíe el camino. En el caso de Britney Spears, ese faro que ilumina un camino lleno de curvas y de piedras desde hace más de un año, tiene nombre ( Sam) y apellido ( Asghari). No hay nada más que recordar ese mensaje poniendo de manifiesto la fortaleza de la artista cuando esta se hizo trizas el tobillo bailando en casa hace unos meses.
Desde entonces, la cantante, que ya lleva semanas demostrándonos que está de vuelta con sus giros imposibles y dispuesta a que su cuerpo no pierda su tono muscular, ha tenido otro pequeño accidente casero. No hace mucho, ella misma, con un vídeo compartido con sus 'followers', anunciaba que un percance con unas velas había terminado por incendiar el gimnasio que tiene en su mansión.
El mismo que, ahora, ha podido reconstruir y que está listo para que siga con esa rutina que le permite lucir unos abdominales más que envidiables. Britney está de vuelta a los entrenamientos, y ha decidido no hacerlo sola. Sí, su inseparable Sam se ha unido a realizar los mismos movimientos que ella. No solo eso, sino que presumen de ello en Instagram, esa ventana a través de la que nos enseña sus locuras y los hábitos de un auténtico icono.
" Las parejas que trabajan unidas, permanecen unidas", escribe Spears al lado de una grabación en la que saca a la luz una pequeña muestra de en qué consiste ese duro entrenamiento en pareja, incluyendo unos buenos derechazos de boxeo, repeticiones de mancuernas y tablas para fortalecer tanto las extremidades superiores como las inferiores.
Y puede que no podamos contar con unas instalaciones como las de ella en nuestra casa, pero deberíamos tomar ejemplo de su constancia e ingeniárnoslas para trabajar nuestra musculatura en pro de una mayor salud mental. Y si lo hacemos en pareja, fortaleceremos también los lazos sentimentales en un tiempo en el que, pasar tanto tiempo juntos bajo el mismo techo, puede abrir unas grietas que el ejercicio nos ayudará a tapar.