actualidad
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Cuando nos dejamos llevar por las emociones y ponemos en punto muerto la racionalidad, aparecen todas las contradicciones, sesgos y paradojas que caracterizan constantemente nuestras opiniones. Es inevitable: somos humanos y nuestros cerebros son súper sensibles a todo tipo de estímulos y circunstancias. De ahí que active tantos mecanismos de defensa cuando algo es novedoso, distinto o extraño: nos pone sobreaviso. En la cuestión que tenemos entre manos, las parejas con mucha diferencia de edad, el sesgo es evidente. Aún nos parece de lo más normal que el miembro femenino de la pareja sea muy joven, mientras que el masculino le doble o triplica los años. Sin embargo, cuando una mujer de 40 o 50 años sale con un hombre mucho más joven, se dispara el desagrado. Lo estamos viendo ahora mismo con Ana de Armas yBen Affleck en contraposicón con Kate Beckinsale y sus últimos novios, Peter Davidson y el cantante Goody Grace, ambos veinteañeros.
Basta ver algunos programas de 'First Dates' en televisión para darse cuenta de que la edad sigue siendo un factor central a la hora de buscar pareja. En muchos casos, lo que se busca es alguien con una edad similar para que las experiencias y expectativas de la vida se asemejen lo más posible y se refuerce la compatibilidad. En otros vemos cómo cierto sexismo invita a buscar parejas mucho menores (ellos) o más mayores (ellas), para reforzar la vieja jerarquía de edad de la pareja tradicional, en la que él juega el papel del sabio protector y ella, de la protegida. Sin embargo, la creciente diversidad de las formas de vida está haciendo que muchas personas maduras prefieran seguir llevando un estilo de vida juvenil (y, por tanto, busquen esa energía en sus parejas), y que gente joven pueda preferir por cualquier motivo la seguridad a la aventura. ¿Por qué obsesionarnos tanto con la edad si lo que realmente buscamos tiene más que ver con el estilo de vida?
"Veo constantemente cómo los hombres pueden hacer lo que se les antoja, ya sea comprar una moto, hacerse un tatuaje o salir con una persona más joven", ha explicado amargamente Kate Beckinsale en una reciente entrevista en la edición estadounidense 'Women's Health'. "La gente jamás se pregunta si van a tener hijos, van a sentar la cabeza o porqué tienen tantas novias". La verdad es que la actriz tiene razón: es más difícil para las mujeres seguir llevando un estilo de vida juvenil que para los hombres. Y se quejó de algo que tiene mucha lógica: "Me gusta salir. ¿De verdad tengo que sentarme en mi casa a esperar la menopausia haciendo ganchillo? Me parece ridículo que divertirse después de los 32 años se haya convertido en una actividad de riesgo para las mujeres".