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La identidad sexual es uno de los grandes debates que más atención acaparan hoy. Un discurso que también se ha hecho patente en los últimos años entre las celebrities de Hollywood, especialmente aquellos cuyos hijos han expresado desde muy pequeños su disconformidad con el patrón binario. Pertenecer al género no binario, lo que quiere decir que no se identifican ni como niño ni como niña, ha acaparado muchos de los titulares en los últimos años.
El apoyo que sus padres les han dado ha servido no solo para que ellos mismos puedan reafirmarse sino que ha dado visibilidad y reconocimiento a un grupo de la población que necesita expresarse con normalidad al margen de la sexualidad masculino/femenina. Las normas de género buscan asentar unos códigos en la sociedad y en su evolución natural, y lo que hace un década era válido hoy está obsoleto. Y esa ruptura ha sucedido por una buena razón.
Hollywood ha abrazado el cambio gracias a estrellas de fama mundial que están criando a sus hijos en el punto opuesto. Nada de “las niñas llevan vestidos y los niños juegan con coches”. Dejarles que experimenten, que se expresen y que tomen sus propias decisiones forma parte de esa honestidad y una visibilidad que empieza a calar en el resto de la sociedad.
La cantante Adele no tuvo reparos en dejar que su hijo Angelo, de 7 años, se vistiera con un disfraz de la princesa Anna, de Frozen, durante una visita al parque de atracciones de Disneyland.
Desde que era muy pequeña, Shiloh, la hija primogénita de Brad Pitt y Angelina Jolie ha aparecido en público vistiendo ropa masculina. Ahora, con 13 años y después de cambiar su nombre por John, acaba de decidir iniciar el proceso para el tratamiento hormonal de cambio de género.
Charlize Theron adoptó a su primer hijo, Jackson, en 2012 y el año pasado ella misma declaró que cuando solo tenía tres años el pequeño le dijo: “no soy un niño”. Verle con ella llevando faldas y vestidos es lo habitual. Según la actriz ha declarado: “Mi trabajo como madre es apoyarle y celebrar las decisiones que tome y asegurarme de que tienen todo a su alcance para conseguirlo”.
Gwen Stefani nunca ha influido en las decisiones estilísticas de sus hijos. Por eso cuando Kingston decidió llevar un tutú para celebrar su séptimo cumpleaños con una fiesta de disfraces inspirado en princesas de cuento, la cantante simplemente se lo compró.
Los dos hijos de Megan Fox y Brian Austin Green, Noah y Bodhi, son dueños de más de un vestido. Y es que ninguno de sus populares padres han tenido nunca inconveniente en que llevaran la ropa que más les apeteciera. Ambos han declarado en numerosas ocasiones que crían a sus hijos en el género neutro.
A los diez años, Samuel Kai lleva el pelo rubio largo y recogido en una coleta y solo es dueño de faldas y vestidos. El hijo de los actores Naomi Watts y Liev Schreiber fue incluso disfrazado de Harley Quinn durante el último Halloween.
El estilo de Jayden Smith, el hijo mediano de Will Smith, siempre se ha caracterizado por salirse de la norma. Desde el vestido con capa blanca que llevó al baile de fin de curso con 17 años hasta las minifaldas con las que solía ir al instituto. Por no olvidar que protagonizó la campaña femenina de una conocida firma de moda de lujo francesa.
