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Antes de que Charlize Theron asombrara al mundo por su perfecta y aniñada belleza rubia lo hizo la sueca Britt Ekland, una de las chicas Bond más canónicas que vimos a lo largo de la saga protagonizada por el espía británico, en la que pronto veremos a Ana de Armas. Como poco más de 20 años, su trabajo cinematográfico necesitaba poco más que su mera presencia, a ser posible en bikini. Así eran aquellos tiempos para las estrellas jóvenes y deslumbrantes: la exigencia de los directores no era precisamente intelectual sino más bien emocional, pues debían hacerse a la idea de que su talento importaba menos que su cuerpo y aceptar un papel decorativo. De hecho, Ekland fue una de las actrices más fotografiadas en los años 70, tanto por ser chica Bond como por sus romances con Peter Sellers o el cantante Rod Stewart. Por suerte, los años fueron liberando a muchas de aquellas veinteañeras y, gracias a su tenacidad y resistencia, pudieron conseguir personajes de calado. A sus 77 años, Britt Ekland puede presumir de una larga carrera. De hecho, estaba de gira con una obra de teatro por el Reino Unido cuando llegó la pandemia.
Britt Ekland alcanzó el estrellato global junto a Roger Moore y Maud Adams en "El hombre de la pistola de oro" (1974), después de más de diez años de intensa carrera. Su perspectiva al respecto de este papel es interesante, porque sigue estando orgullosa de aquellas chicas Bond que apenas hacían nada más que reforzar la masculinidad de James Bond con sus bikinis, pero no entiende a las modernas influencers de las redes sociales. Las denomina "pobres modelos de plastilina, arrojándose a ellas mismas en Instagram. Tanto esfuerzo para tan poca retribución". De hecho, se queja de que ni siquiera las chicas Bond actuales tienen el impacto que ellas tuvieron en sus tiempos. "Soy la chica Bond mas orgullosa sobre todo porque tampoco quedamos muchas y no volverá a existir ninguna otra en el futuro", ha explicado al diario 'The Guardian'. Afortunadamente para todas, Ekland tiene razón.
Britt Ekland sostiene que las chicas Bond ya no existen, al menos tal y como se las entendió hasta este siglo. Y está en lo cierto. Hoy, las actrices que se vinculan a la saga tiene que hacer mucho más que lucir impecables con poca ropa (aunque de eso tampoco se libran). Para Ekland, la culpa la tiene la corrección política. "Las chcias Bond solo tenían un trabajo: estar guapas en bikini. Las chicas Bond de mi era ya no pueden existir. Es imposible ver en una película de James Bond a Daniel Craig en traje y, a su lado, una chica Bond en bikini. El departamento de comunicación y relaciones públicas lo impediría". Buenas noticias para Ana de Armas, pues es una de las muchas jóvenes actrices que podrán mostrar su talento, además de un físico extraordinario. Aunque con más o menos ropa, hay algo de lo que no nos libramos en las películas de Bond y en muchas otras: que siempre tenga que existir tensión sexual entre los personajes masculinos y femeninos. ¿Acaso no hay otra relación entre hombres y mujeres que nos interese que no sea la romántica?