Este tenía que haber sido su año. Tras perderse las dos últimas Olimpiadas (en Londres era muy joven; en Río estaba lesionada) Ana Peleteiro llegaba a Tokio 2020 preparada para competir por una medalla. “Pensé: “No puede ser. ¡Estoy maldita!”. Que los Juegos se cancelaran parecía surrealista. Luego, cambié el chip. No podía entrenar y estaba preocupada. Varios familiares son sanitarios y sabía lo que pasaba”.
Pero la triplista gallega, campeona de Europa en pista cubierta en 2019, cree que todo ocurre por una razón: “Si llegan a celebrarse, no hubiese ganado nada. Ha sido una oportunidad y no la voy a desaprovechar”. Pasó el confinamiento sola porque su pareja, el campeón olímpico de triple salto Nelson Évora, estaba en Portugal: “Fue durillo, pero aprendí mucho. Pensaba que no sabía estar sola y me he dado cuenta de que si concentras tu energía en ti misma, puedes conseguir lo que quieras. Y aprendí a sentirme realizada lejos de mi trabajo. Ha sido un descubrimiento”.
Además de los entrenamientos, en los últimos meses ha trabajado su preparación psicológica con una coach. “Me ayuda a conocerme y a no sentir ansiedad por la vuelta a la competición”, explica. Tener un calendario competitivo en el horizonte también ayuda, aunque “ si alguna competición se cancela, me iré a mi tierra a tomarme un albariño y ya está”. Aún así, la idea de una Olimpiada sin público le entristece: “Sería como un pan sin sal. Confío en los científicos y a lo mejor no son unos Juegos al 100%, pero quizá sí al 70%”.
Tras un año en blanco y superar una lesión, su motivación no ha menguado: “Tengo más hambre de medalla”. ¿Sueña con la de oro? “Soñar es fácil. Hay que sufrir, entrenar, dormir, pensando en el oro. Comes para estar más fuerte, descansas para llegar mejor al entrenamiento. Convivo con un campeón olímpico y lo veo: él está obsesionado con el oro. Yo no soy así y tengo que cambiar el chip. La medalla de oro hay que camelársela. Luego, no depende solo de ti. Tus rivales también compiten. Y la medalla elegirá. Un poco como los Jedis y la Fuerza”, dice riéndose. Para ello, tendrá que superar su marca: 14’73 metros. Que la Fuerza le acompañe.
20 de enero-18 de febrero
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