Eleonora Rizzuto, directora de Responsabilidad Social Corporativa de Bvlgari: "La sostenibilidad es un enfoque revolucionario"

Aterrizó en la industria del lujo hace ocho años y está ayudando a revolucionarla. Eleonora Rizzuto es directora de Sostenibilidad Corporativa y Responsabilidad de Bvlgari y el grupo LVMH en Italia. Tras estudiar Ciencias Políticas, trabajó en la industria petroquímica antes de llegar a la firma italiana. Ahora, quiere convertirla en una empresa social y ambientalmente comprometida. Desde el desarrollo de tecnología blockchain para garantizar la transparencia de su producción hasta la financiación de la vacuna de la Covid-19 desarrollada por investigadores de la universidad de Oxford.

Eleonora Rizzuto. Me lo preguntaba cuando llegué al sector. Y descubrí que, aunque había mucho por hacer, el consumidor que compra un producto de lujo también espera que sea sostenible. Por eso, es un valor fundamental.

Hace 20 años, nadie quería oír hablar de ello. Las cosas fueron cambiando hasta que, hace dos años, hubo un cambio dramático. De pronto, los CEO hablaban de sostenibilidad. Fue como presenciar un milagro.

La opinión pública despertó gracias a movimientos liderados por jóvenes como Greta Thunberg. Ha sido un cambio pausado, pero inexorable. Y las empresas se dieron cuenta de que eso afectaba a sus beneficios.

Tus clientes quieren saber, por ejemplo, la historia del diamante que compran. Así se empiezan a vender piedras certificadas. Pero no hay sostenibilidad sin beneficios. Eso puede consistir en desarrollar una reputación de marca, pero también en ahorrar en agua o electricidad si construyes una instalación con criterios sostenibles. La sostenibilidad debe ser un valor transversal en una empresa.

Hoy, puedes saber qué oro se ha utilizado en un anillo o de dónde vienen los diamantes. O cómo son las condiciones de trabajo en Sri Lanka, India o Myanmar. Aunque una empresa no puede garantizar derechos que son competencia de los estados, podemos contribuir a través de su defensa activa.

En decidir, por ejemplo, que solo trabajamos con propietarios de minas que respetan los derechos humanos o el medio ambiente. Para mí, no es interesante decir que Bvlgari es una marca sostenible; lo importante es que nuestros socios también lo sean. Por eso, tenemos un código ético para nuestros proveedores, cientos de pequeñas empresas en muchos países.

Hemos logrado que el 40% de nuestro embalaje sea reciclable. Y el objetivo es prescindir del plástico en 2021. Para eso, probamos nuevos materiales.

Sí, pero no se trata únicamente de investigar esta vacuna. El programa financiará programas de investigación en instituciones como la Universidad de Oxford o la Rockefeller University, pero también a jóvenes científicos.

Es una revolución. En el futuro, podremos trackearlo todo. Con una app sabremos la historia de cada producto. Y haremos lo mismo con las donaciones: si parte del precio de un producto se destina a una ONG, el cliente podrá saber qué proyectos financiará.

Desde el punto de vista económico, vienen tiempos difíciles para todos. Pero desde el de la sostenibilidad, puede ser una oportunidad. Ahora somos conscientes de la relación entre la pandemia y el medio ambiente.

En este trabajo, no puedes hacer las cosas de manera independiente, formas parte de un sistema. La cultura empresarial consiste en que cada uno libra su propia batalla. Pero la sostenibilidad es un enfoque revolucionario y mi trabajo consiste en buscar cada vez más socios. Incluso entre mis competidores