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Los incendios forestales estaban asolando su ciudad, Seattle, y el huracán María había arrasado Puerto Rico. Jamie Margolin solo tenía 14 años, pero supo que tenía que “pasar a la acción”. Después de tratar de organizar una marcha nacional a Washington, ella y su amiga, Nadia Nazar, fundaron la organización Zero Hour. Ahora, Margolin acaba de cumplir 19 años y ya ha declarado ante el Congreso de Estados Unidos y escrito columnas en medios como el New York Times. Al Gore ha dicho que es una de las “ jóvenes activistas más poderosas e inspiradoras” del mundo. Ahora publica su primer libro (Youth to power: your voice and how to use it) sobre cómo iniciarse en el activismo político. “Este libro es tu caja de herramientas”, escribe en el prólogo su amiga Greta Thumberg, que explica que cuando conoció a Margolin dejó de sentirse sola. Desde Nueva York, donde va a la universidad, sin ocultar su miedo por el futuro, su mensaje es más nítido que nunca en tiempos de pandemia: estamos en una emergencia.
Jamie Margolin. Desde que tengo uso de razón, Beyoncé siempre ha sido una estrella, no ha habido ni un momento en el no fuera un icono. Con el cambio climático pasa igual: siempre ha formado parte de mi vida y de la de mi generación.
Estamos en una emergencia. No podemos esperar ni pretender que no está pasando. Hay que tomar medidas ya.
A veces, pienso que no hay nada que vaya a despertarles, que han elegido no ser conscientes, pero la pandemia ha hecho que muchas personas sientan el miedo y la inseguridad con las que yo vivo todos los días. La normalidad ya no existe, ha desaparecido. Y ahora hay que crear una nueva realidad, más respetuosa con el medio ambiente.
¡Con mis abuelos no! Mi abuela creció en una finca tradicional en Colombia y siempre ha tenido una relación saludable con la tierra. Ella me enseñó a respetarla. No tiene sentido plantear esto como un enfrentamiento entre generaciones. Mi enfado es con quienes están en el poder y no hacen nada por arreglarlo.
Con temor e incertidumbre. ¿Cómo voy a planear mi futuro cuando ni siquiera sé si voy a tener uno? Tengo sueños al margen del activismo, pero no sé si podré cumplirlos.
Cuando decidí implicarme en la lucha climática, tenía 14 años y no sabía por dónde empezar. Aprendí sobre la marcha y cometí muchos errores. Este libro es el manual que me hubiera gustado tener.
Siempre me he encontrado a gusto en la naturaleza y, cuando me di cuenta de que el cambio climático estaba destruyendo mis lugares favoritos, quise hacer algo. Además, mi familia materna es colombiana y allí el fracking y la deforestación están causando muchos problemas. Quería proteger los lugares y la gente a la que amo.
Fue todo tan rápido que no tuvieron tiempo de procesarlo. Para entonces, ya nadie podía pararme. Siempre me han apoyado. Saben que estoy haciendo algo bueno por el planeta y están orgullosos de mí.
¡Claro! ¡Esta no debería ser la responsabilidad de alguien de mi edad! Puedo tratar de empujar en una dirección, pero no soy la persona que puede cambiar el sistema con sus decisiones.
Soy un blanco fácil, atacarme no tiene consecuencias. Pero esos ataques esconden miedo e inseguridad. Por alguna razón, se sienten bien atacando a las mujeres. Trump ha hecho tantas cosas peligrosas... Ha vuelto a permitir que se perfore el Ártico. Y ha echado por tierra lo que consiguió Obama en materia ambiental. Nuestro planeta no habría soportado otros cuatros años de Trump en la Casa Blanca.
Sí. Me gusta bailar, escuchar música, estar con mis amigas... Trato de escapar de este mundo, que a veces es tan horrible, a través de las historias: películas, libros, televisión... Esos son mis mundos favoritos.