Annalena Baerbock ha sido designada como candidata del Partido Verde a las próximas elecciones a la Cancillería alemana y ya se destaca como posible sucesora de Angela Merkel. / instagram

actualidad

¿Y si la nueva Angela Merkel fuera una ecologista de 40 años? Se llama Annalena Baerbock y dicen que es la política más potente de la nueva Europa verde

El retiro de Ángela Merkel de la política activa es más que una cuestión interna alemana. Solo su trascendencia para Europa explica la expectación que ha causado la mujer mejor colocada para sucederla: la ecologista Annalena Baerbock. Los sondeos la colocan favorita en las elecciones de septiembre.

Es la política del momento, y no solo en Alemania sino en prácticamente todo el Occidente. Desde que el pasadomes de abril el Partido Verde la eligiera como candidata a las elecciones de septiembre, su nombre ha pasado de susurrarse en corrillos a figurar en las portadas de los grandes periódicos internacionales. Annalena Baerbock, ingeniera, pedagoga y ecologista de 40 años, tiene muchas papeletas para convertirse en la Angela Merkel del siglo XXI. De momento, los sondeos de la prensa y la televisión la colocan en el primer lugar en intención de voto a esta diputada del Bundestag, en su sillón de la cámara baja del Parlamento desde 2013. Sería una buena noticia para Europa.

Si la llamada 'locomotora alemana' opta decididamente por un gobierno verde, se aceleraría la transición hacia una economía verdaderamente sostenible en todo el continente. Y, quizá, como canciller podría impulsar alianzas que los partidos tradicionales no pueden, no saben o no quieren establecer. «Tanto por su biografía como por su manera de ver la política, jamás ha considerado lo que ocurre en Alemania como un fenómeno separado de lo que ocurre en Europa o en el mundo«, ha escrito Bastian Hermisson, director de la Heinrich Böll-Stiftung Foundation, asociada el Partido Verde. «Siempre ha considerado la política climática, la política financiera o la política exterior o migratoria desde un punto de vista que trasciende las fronteras del país. Tiene esta ventaja generacional en la manera en la que observa al mundo«.

Annalena Baerbock es la colíder del Partido Verde y candidata a las elecciones a la Cancillería alemana del próximo septiembre. / instagram

«La democracia prospera en el cambio«, afirmó en su primer discurso de campaña. »Es verdad: ni he sido canciller ni he sido ministra. Pero me presento para renovar el país, mientras que otros se limitan a defender el status quo. Alemania necesita un nuevo comienzo«. Annalena Baerbock se refiere, claro, a Armin Laschet, candidato de la Unión Demócrata Cristiana, el partido que gracia a Angela Merkel lleva 16 años en el poder. «Armin Laschet encarna la continuidad», aseguran los comentaristas políticos alemanes. «Es una Merkel en traje», escribe Jana Puglieri, directora del European Council on Foreign Relations.

Las quinielas señalan a ambos como los contendientes principales de la pugna electoral y, probablemente, como socios de un hipotético gobierno de coalición. El objetivo de ambos es no necesitarse ni necesitar a ningún otro partido del arco político, pero un gobierno mayoritario es muy difícil, tanto por el propio diseño del sistema electoral como por la fragmentación del electorado.

Annalena Baerbock podría convertirse, salvando las distancias, en una Jacinda Ardern continental, por compartir la misma clave renovadora que la neozelandesa. Casada con un consultor político y madre de dos niñas nacidas en 2011 y 2015, estudió ciencias políticas en Hamburgo, cursó un master en derecho internacional en la London School of Economics y fue campeona nacional de salto de trampolín. Desde 2009 es colíder de Partido Verde, donde una nueva generación de militantes ha superado la antigua división entre realistas ('Realos') y fundamentalistas ('Fundis') para entrar a discutir cada asunto de la agenda política desde la perspectiva de la sostenibilidad.

Baerbock se ha distinguido por defender una política de defensa fuerte para Europa y una posición de mayor firmeza frente a Rusia. Comenzó su militancia como pacifista, pero su posición al respecto de los conflictos armados ha sufrido un giro importante conforme se ha ido acercando a la 'política real'. Los Verdes, nacidos en los 80 como movimiento rebelde, defienden ahora la «sensatez medioambiental». Reclutan voto joven, aunque para movimientos como Fridays for Future son poco combativos.

Annalena Baerbock es la única mujer que compite por la Cancillería de los tres partidos principales, y también la persona más joven en la liza: el ya mencionado candidato del bloque conservador, Armin Laschet, tiene 60 años, mientras que el líder del partido socialdemócrata, Olaf Scholz, cumple 62. Su juventud e inexperiencia se compensa con la presencia de los Verdes en los gobiernos de coalición de más de la mitad de los 16 estados alemanes.

La candidata verde tiene a su favor las mejores cifras de expectativa de voto de todos los candidatos: un 60% de los electores no descartan depositar su nombre en una urna. Su discurso no tiene nada que ver con el de sus contendientes: ha repetido que el próximo canciller «debería tener los pies en el mundo real» pero «no hacer política únicamente con la cabeza, sino también con el corazón». Además, sus discursos están plagados de referencias al teletrabajo, sus hijas, su madre o incluso su abuela. La retórica, sin embargo, no anuncia una política viral. Es tan celosa de su intimidad como la misma Merkel.