actualidad

Carina Szpilka, presidenta de ADigital: "La digitalización conlleva una explosión del humanismo, es más importante que nunca entender al ser humano"

Tras su experiencia como pionera de la banca online en España, ha asumido el reto de la transformación digital en una sociedad que aún debe aprender a teletrabajar… y desconectar.

Carina Szpilka lleva vestido de Mirto, pulsera de Agatha y zapatos de Jimmy Choo. Pincha en la imagen para ver como convertir tu rincon de trabajo en agradable y bonito./Iciar J. CARRASCO

Carina Szpilka lleva vestido de Mirto, pulsera de Agatha y zapatos de Jimmy Choo. Pincha en la imagen para ver como convertir tu rincon de trabajo en agradable y bonito. / Iciar J. CARRASCO

Elena Mandacen

En un mundo, el de la banca, donde las mujeres que llegan a lo más alto se pueden contar con los dedos de la mano, Carina Szpilka (Buenos Aires, 1968) nunca ha hecho de esa circunstancia bandera. Directora general de ING Direct España durante tres años, cuando en 2013 abandonó la entidad que había visto nacer, crecer y asumir una posición de liderazgo entre los consumidores, anunció que se dedicaría a nuevos proyectos.

En su caso, no era un eufemismo para hablar de la incertidumbre tras dejar un puesto de máxima responsabilidad. Desde 2017 preside la Asociación Española de la Economía Digital (ADigital), una organización desde la que impulsa activamente la transformación digital en nuestro país. Mujerhoy. Cuando fue nombrada directora general de ING Directa España en 2010, tras haberlo sido en Francia, era menos habitual que ahora ver a una mujer en un puesto así. carina szpilka. Empecé a trabajar en el Santander, después en Argentaria, pero es verdad que desarrollé la mayor parte de mi carrera en ING, una entidad en la que desde el principio intentamos romper moldes. Fuimos los rebeldes, los transgresores, los que transformamos la banca.

>"La digitalización conlleva una explosión del humanismo, es más importante que nunca entender al ser humano"

Era una empresa con una cultura muy adelantada y donde siempre facilitaron el camino hacia la igualdad de oportunidades. Una de mis promociones se produjo cuando le estaba contando a mi jefe que estaba embarazada de mi tercera hija. Su contestación fue: ¿A ti te apetece? Confío en que lo vas a hacer bien. Conozco a mujeres que no han tenido esa facilidad. ¿Ha mejorado la situación desde entonces? En el mundo de la banca hay bastantes más mujeres de lo que parece, hay otros sectores donde todavía hay menos. Cuando entras, en los niveles de comités de dirección de empresas financieras también hay muchas mujeres; para mí no es un sector que esté mal representado. Siempre digo a mis tres hijas que espero que, cuando entren en el mundo laboral, no se tenga que hablar de esto. Sin las cuotas de buen gobierno no tendríamos los porcentajes que tenemos hoy en día. Simplemente que se obligue a las empresas a reflexionar sobre el papel de las mujeres en su organización ya es útil, ayuda a avanzar.

La banca ha abrazado la transformación digital plena, por delante de una parte importante de sus clientes, personas mayores que siguen acudiendo a las sucursales. ¿Son los grandes olvidados? ¿Debe imponerse un compromiso de atención presencial y formación a las entidades bancarias? Este es un tema súper importante. Hay una serie de personas a las que les cuesta adaptarse las app digitales y hacerlo todo a través del teléfono o la web y para los que las oficinas siguen siendo importantes. La Covid-19, con todo lo malo que ha traído, ha provocado una aceleración en la digitalización de los consumidores, gente que antes no hacía la compra por internet ahora la hace.

Lo mismo ocurre con los servicios financieros. El principal talón de Aquiles de España como país en la transformación digital es la capacitación de la sociedad, divulgar que desde niños a mayores usen bien la tecnología. Vamos a tener que trabajar mucho los próximos años y estoy segura de que, con los fondos de recuperación y los esfuerzos que hagan todas las empresas, lo lograremos. Se han visibilizado aún más el comercio online, el teletrabajo, la educación a distancia y las videoconferencias. Pero ¿qué otros aspectos de la transformación digital hemos integrado sin darnos cuenta? Para mí, lo más importante es que nos hemos demostrado a nosotros mismos que somos capaces. Muchas veces el freno a la adopción tecnológica está en nuestras propias cabezas. Se ha puesto de manifiesto que sí podemos, que se han bajado las barreras y hemos perdido el miedo, y que las empresas que estaban tecnológicamente más avanzadas han seguido su actividad.

En su despacho, Szpilka viste traje de Max Mara y camisa de Weekend Max Mara. / Iciar J. CARRASCO

Cuando se habla de recuperación económica, se espera la reapertura de la hostelería, la vuelta del turismo y la reactivación del sector inmobiliario. ¿Por qué cuesta impulsar un modelo que no se apoye solo en lo que más ha sufrido en esta crisis? Los cimientos de la economía española son, sobre todo, el sector servicios, especialmente el turismo y la hostelería, muy basada en la movilidad y en la cercanía. ¿Qué pone de manifiesto esto? Que hay que repensar el futuro, construir empresas más productivas, llevar de la mano a las pymes hacia su transformación digital y construir el sector servicios del siglo XXI. ¿Se avanza también en medidas para la desconexión digital? Con la tecnología nos pasa algo similar a cuando el hombre descubrió el fuego: hay que aprender a usarla, que todo lo relacionado con la tecnología sea más didáctico. Y eso es algo que desde Adigital intentamos hacer. ¿Puede usted permitirse desconectar? ¿Cómo lo logra? He tenido durante años un coach maravilloso y durante el confinamiento le planteé que tenía que hacer algo para estar fuerte, lo último que me interesaba era agobiarme.

Hay que repensar el futuro, construir empresas más productivas, llevar de la mano a las pymes hacia su transformación digital.

Sabía que nos esperaban muchos meses de incertidumbre, y gestionar la incertidumbre para el ser humano es algo complicado. Hicimos unas sesiones de trabajo sobre una palabra que odio: la resiliencia, o cómo hacer que tu mente esté más fuerte. Aprendí que la clave era la respiración. Así que, cuando quiero desconectar, me pongo unos cascos, música, unas zapatillas y me voy de paseo. Me limpia y activa la cabeza. ¿Por qué en pleno siglo XXI somos incapaces de ponernos de acuerdo en algo tan importante como es la conciliación? Hay gente para la que conciliar es estar en su casa y para otras no estar pendiente del trabajo. Es una palabra muy genérica y hay que superarla. Hacia lo que tienen que ir las empresas es al trabajo por objetivos. Cómo lo hagas depende de las personas, y la clave está, una vez más, en el talento y en generar una cultura empresarial para que se pueda trabajar bien estés donde estés. Durante meses, las grandes empresas habían dicho que permitirían flexibilidad a sus empleados para que trabajasen desde donde quisiesen, y ahora dicen que no, que hay que volver a la oficina porque es más efectivo.

Deberían fijarse en muchas start up que han abandonado sus oficinas, trabajan en remoto y alquilan un lugar una vez a la semana para tener una reunión presencial y mirarse a la cara. ¿Cómo se puede sentir y generar pasión por el trabajo? Soy afortunada porque me gusta mucho lo que hago, me mueve hacer cosas que transformen y aporten a la economía española. Saber que, a través de mi fondo, se está generando empleo y actividad económica me da un buen rollo tremendo, conseguir eso en un momento de crisis del país, es muy motivador. Con mis hijas están en edad universitaria, tengo presente de nuevo eso que aconsejar de dedicarte a aquello que te apasione. Es muy peligroso porque puedes no ser bueno en lo que te motiva, por eso creo que también hay que enfocarse en aquello en lo que puedas generar valor. Al final, también te terminará apasionando. ¿Es un consejo que traslada también a sus hijas? Sí, que hagan lo que quieran pero lo que hagan les sirva para una de estas dos cosas: entender muy bien a las máquinas o entender muy bien a las personas. Que no se queden en el medio.

La creator economy es un boom y está permitiendo que gente muy creativa genere su propio trabajo.

La digitalización conlleva una explosión del humanismo, en contra de lo que se piensa, hace que sea más importante que nunca entender el ser humano, en todas sus vertientes. Además, se está dando otro fenómeno que me apasiona: la creator economy. Es la oportunidad que se le está dando a gente muy creativa, capaz de hacer cosas increíbles, como si fuesen los nuevos artesanos, de diseñar, de hacer música, de escribir. Gracias a internet, tienen la posibilidad de ser ellos mismos los generadores de su propio trabajo. Hay un boom en ese sentido. Ahora es cuando te das cuenta de que hay mucha gente que pinta cuadros, hace cerámica o incluso que con 18 años se ha producido sus propios discos. Ese es un movimiento precioso y una de las cosas que más me gustan del momento que estamos viviendo. ¿Hay que desmontar el mito de que las mujeres mandan mejor que los hombres? Los estilos de liderazgo son muy personales, depende.

Lo que determina el estilo es encontrar líderes al servicio de los demás, y no que quieran que los demás estén a su servicio. Lo digital pasa por tres palabras: conectar, compartir y cuidar. Son cualidades innatamente femeninas, pero eso no significa que los hombres no las tengan también. Desde su experiencia al frente de equipos, ¿ha tenido que dar un golpe en la mesa en alguna ocasión? Sí, hay veces que tengo que imponer mi voz. No tanto para dar órdenes sino por poner orden. ¿Intuye qué escenario nos encontraremos tras esta crisis? No vamos a salir de esto si no lo hacemos todos juntos. Hay que anteponer la recuperación del país a nuestros intereses personales. Si no lo hacemos nos costará más.?

Temas

Trabajo