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Angela Missoni: "Necesitamos más voces independientes"

Es soñadora, inquieta y reivindicativa. Angela Missoni representa la tradición de un taller familiar y la modernidad de una compañía global comprometida con la sostenibilidad y la igualdad. En esta entrevista, la directora creativa de la casa italiana se muestra firme en sus compromisos sociales y reclama otras voces, distintas y libres, en la moda.

Pincha en la foto para descubrir cómo ir cómoda pero sin perder la elegancia/d.r.

Pincha en la foto para descubrir cómo ir cómoda pero sin perder la elegancia / d.r.

Gervasio Pérez
Gervasio Pérez

Missoni es como un mineral raro de la moda: muchas de sus prendas creadas hace 30, 40 o 50 años siguen siendo contemporáneas, no se han pasado de moda. Podrías vestirlas sin que parezcan vintage. Y tienen otro rasgo aún más raro: podrías vestirlas igual si eres hombre o si eres mujer. Su filosofía estética, con el punto expresado en zigzag como material clave de prendas cotidianas como jerséis o chaquetas, es casi asexuada en la percepción colectiva. Angela Missoni, de 62 años, lleva las riendas creativas de la casa que fundaron en 1953 sus padres, Rosita Jelmini y Ottavio Missoni, desde 1998, varias décadas en las que esta mujer risueña y espontánea ha sabido mantener los valores de la firma e incorporar nuevos compromisos, como la lucha por la igualdad y la sostenibilidad, dos de sus caballos de batalla. Su desfile en febrero de 2017 en Milán fue todo un desafío al machismo institucional al vestir a las modelos con su versión de los gorros de punto rosa que habían llevado las mujeres en la manifestación de Washington contra la misoginia y el machismo del gobierno de Donald Trump. Hoy profundiza en esos compromisos y nos cuenta cómo está cambiando la moda y la sociedad en esta videoentrevista desde su casa.

Angela Missoni. Un placer verlo.

Mujerhoy. El placer es mío, un privilegio.

Será un privilegio poder vernos en persona.

Ojalá en septiembre, si hay próxima edición de desfiles. Crucemos los dedos.

Sí, crucemos los dedos, lo necesitamos todos. Y ahora ya estamos listos para las vacunas.

¿La han vacunado ya?

Todavía no, pero ya me han dado cita.

Su nuevo fashion film con la colección del otoño me confundió. La colección y las modelos transmiten optimismo, bailan, ríen, hacen un viaje metafórico hacia un futuro mejor... Pero a ritmo de Mad World, de Tears for Fears, versionada por Underwaters. ¿Por qué?

Porque es un momento muy extraño, es un mundo loco en muchas cosas y ahora estamos poniendo todo en duda. Tenemos que revisar todo.

La letra dice que vivimos un tiempo de sueños imposibles. ¿Cree que es así?

Podemos soñar y debemos hacerlo a lo grande... Soy una soñadora, sigo siéndolo, sigo teniendo esperanza en mejorar. Pero creo que nos llevará algún tiempo resolver tantos problemas e injusticias que arrastramos. Hay muchas maneras de vivir una buena vida... Lo que pasa es que tenemos ciertas aspiraciones, ciertos estándares sobre lo que se entiende por calidad de vida que nos hicieron olvidar la importancia de las cosas fundamentales. Por eso tampoco creo que todo en este momento sea para mal. Todo por lo que estamos pasando es, de alguna manera, una evolución espiritual .

¿Una oportunidad para hacer las cosas mejor?

Sí, totalmente. Puedes ver la reacción en cosas que ya estaban sobre la mesa, como la sostenibilidad, pero que ahora son prioridad. Ya se había planteado desde hace años, pero ahora ha explotado. Sabemos que el momento es ahora y que hay que actuar ya.

Usted lo defiende desde hace años, pero me gustaría saber qué está haciendo en su compañía para contaminar menos.

Tenemos nuevo consejero delegado desde el año pasado, lo contratamos en el primer confinamiento.Sabíamos que debíamos profundizar más en este tema y organizar la compañía mejor para el futuro. Y una de las primeras cosas que surgieron fue crear un protocolo sobre sostenibilidad. Ayer mismo presentó el nuevo equipo de gestores, cómo van a trabajar y cuál es el proyecto. Uno de ellos es el responsable de sostenibilidad en la compañía, que resulta que es mi sobrino Ottavio Missoni. Tiene una gran pasión y sé que hará un muy buen trabajo sobre esto. Y en todos los campos.

Otra manera de contaminar menos es prolongar la vida de la ropa frente al consumo fugaz de la moda rápida. ¿Es un camino?

Desde luego, es lo que yo siempre he pensado. El pasado invierno me di cuenta de algo que, aunque sabía, estaba como olvidado: las enormes posibilidades de Missoni en el mercado por su durabilidad y sus valores de atemporalidad. Porque, a la vez, son momentos de incertidumbre. Hemos tenido muchas pérdidas este largo año...

¿Y de dónde viene su optimismo?

Del hecho de que sabemos que tenemos el producto perfecto para los tiempos que van a venir. Por su valor, porque la gente lo conserva en el tiempo. Una prenda Missoni tiene una vida muy larga, no es solo para hoy y ya está. Tiene misterio, representa muchos valores y, sobre todo, se mantiene actual a lo largo de las generaciones. En el futuro, todo el mundo se dará cuenta de que la moda rápida no es lo que hay que hacer y se reevaluarán las cosas, lo que tienes y lo que realmente quieres.

¿Debe la industria calcular mejor y evitar la sobreproducción?

Sí, hay que producir exactamente lo que necesitas. Esta es otra de las cosas que le dijimos a nuestro consejero delegado: que no queremos ver grandes cifras de resultados si esas grandes cifras son fruto de las ventas de outlet. Hace unos seis años conocí a Livia Firth, de Eco-Age. Coincidimos en la alfombra roja con la Cámara de la Moda en Milán y pensé: “Tengo que conocerla”. Eco-Age era la primera compañía que estaba haciendo que las empresas de moda entendieran el valor de tener una firma sostenible. Pero también el valor de marketing de una compañía sostenible. Intentaba hacer entender a las compañías de moda que la sostenibilidad no solo era buena para el planeta, sino también que podía ser una recompensa para las empresas en términos de marketing.

Angela Missoni es directora creativa de la firma desde 1998 / d.r.

Una compañía sostenible mejora su imagen y, como consecuencia, sus resultados.

Es muy inteligente y yo tenía mucha curiosidad, así que fui a hablar con ella. Le pregunté qué teníamos que hacer para ser más sostenibles y me miró y dijo: “¿Estás produciendo en el norte de Italia? Ya eres muy sostenible, pero siempre puedes mejorar”. Y continuamos luchando. Yo tengo la batalla hasta en casa con los residuos domésticos. Siempre estoy discutiendo con mi marido sobre en qué cubometer las cosas, es una batalla diaria. Y lo mismo pasa desde que empezamos en la compañía con ello hace siete años; los residuos los ponían todos juntos. En el pueblo, la separación de residuos estaba organizado para los hogares, pero no para las empresas, y hay varias grandes. ¿De qué estamos hablando, entonces? ¿Por qué organizarlo para los hogares y no para los grandes hoteles, por ejemplo? Hay muchos niveles, pero si tienes eso en la cabeza, sigues adelante. Yo siempre he tenido ese respeto al medio ambiente: recuerdo cuando mis hijos eran pequeños e íbamos a la playa a pasear; lo primero que hacían era recoger una botella de plástico que encontraban y llenarla con colillas. Siempreles insistía y me miraban como diciendo: “Siempre estás igual”. Ahora todo el mundo limpia la playa, pero hay que insistir, como un martillo.

"¿Qué libertad hay en desnudarse cuando los hombres se cubren cada vez más? Los hombres necesitan liberarse”.

Hablemos de otro asunto, el género, la igualdad y la diversidad sexual. Algo que me encanta de Missoni es una singularidad de la que carecen otras marcas: las colecciones son coherentes y transcienden el género. En Missoni hay menos sexismo. ¿Cómo cree que la moda puede ayudar a luchar contra el machismo?

En los últimos 15 años, nos hemos dado cuenta de que el poder de las firmas de moda es su voz. Tienen una voz poderosa y la cuestión es utilizarla para poner en el foco valores éticos en los que crees.Si tienes una plataforma, debes usarla. Y la industria de la moda sí la está usando en esta cuestión, porque tu cliente o tu follower quiere que digas lo que piensas, quiere participar... Y no solo hablar sobre el producto, también sobre tus valores.

Pero seguimos vistiendo a las niñas de rosa y los niños de azul.

Es algo que me vuelve loca, porque tengo tres nietos de siete, cinco y cuatro años, tres chicos; y cuando el mayor tenía cinco años, ya le decía a su madre: “Mamá, no me voy a poner esa camiseta, no para ir al colegio, es demasiado de chica”. Ya sabía que en el colegio se habrían burlado de él. ¡Pero le encanta esa camiseta! Mis nietos visten con más libertad, porque su madre tiene un espíritu abierto, pero ellos ya han visto fuera que esa camiseta no era para el colegio... Es un poco como con la sostenibilidad, es un proceso largo. Necesitamos más programas educativos en el colegio cuando la gente es joven, para los niños y las niñas. Es el mejor momento para inculcarles la igualdad.

Les creamos un problema que ellos no tienen.

¡Claro que ellos no tienen ese problema! Pero no tiene más que entrar en una de esas grandes tiendas de juguetes, que me parecen horribles... Cuando entro en una de esas tiendas y veo el estante rosa para chicas... ¿Por qué? ¡Es horrible! Esto es crucial. ¿Qué es para los niños y qué es para las niñas? Se les permite y se les prohíbe. Por supuesto, yo fui una madre Montessori y enseñé a mis hijos cómo cocinar, o les intercambiaba los regalos, pero es muy duro. Y piensas que era otra generación, pero todavía te preguntas cuándo terminará... ¿Por qué un niño no puede ponerse una falda?

Hombres y mujeres somos menos permisivos con el atuendo masculino, por aquello de la hombría... Las mujeres también tienen responsabilidad en eso. Missoni es una de las pocas firmas con más equilibrio en ese aspecto.

Quizá porque no hacemos una ropa clásica, no vendemos blazers [Risas]. Quizá es también la naturaleza de nuestra estética, más relajada y con muchos colores. Hacemos que los hombres puedan llevar todos los colores. Otra de las cosas que me enfada mucho es el hecho de que cuando el biquini de las mujeres fue haciéndose más y más pequeño, los shorts de los hombres se hicieron cada vez más largos. Pero, ¿qué tipo de libertad es esta? ¿Es esto libertad? No lo creo en absoluto. ¿Qué libertad hay en desnudarse mientras los hombres se cubren cada vez más? Los hombres necesitan liberarse.

Una de las propuestas de la colección de verano de Missoni / d.r.

¿Está paliando el comercio online las pérdidas de las tiendas cerradas?

Está aumentando, aumentando, aumentando. Tenemos el negocio online y también Farfetch, que está relacionado con las tiendas directamente. Aunque las grandes tiendas Missoni han sobrevivido, gracias a Farfetch hemos conseguido mantenernos. El negocio online está creciendo un 30%.

¿Será todo online en el futuro?

En absoluto. Las experiencias son diferentes. Las tiendas físicas estarán siempre ahí... Es muy agradable saber que puedes comprar online en cualquier momento del día, pero es genial ir a una tienda y ver toda la oferta... También ocurre en comunicación, cuando se dice que el papel va a desaparecer. También son experiencias distintas ver algo en tu teléfono o en tu ordenador, hablar como lo estamos hablando ahora por videollamada, que leer una revista en papel o hablar en persona. Son experiencias diferentes y es imposible renunciar a la física.

¿Por qué renunciar? Son compatibles, ¿no?

Totalmente. Necesitamos más voces independientes también en la moda. Necesitamos diversidad para ser independientes. Y necesitamos inspiración; y las revistas nos proporcionan inspiración a los creadores y a todos. Necesitamos estilistas que vean y que interpreten tu ropa de diferentes maneras. Siempre he amado ese intercambio. Ver tu ropa desde otro punto de vista es muy inspirador.

La pandemia ha puesto también de manifiesto que los adolescentes, por ejemplo, que no se separaban de sus pantallas ni en la mesa, necesitan el contacto en persona con sus amigos.

Esta generación que ahora es adolescente y sufre esta situación verá que lo físico es irrenunciable. La vida es física. Sí, somos de carne y hueso.

Me gusta su lema: “No puedes parar la ola, pero puedes aprender a surfear”. ¿Lo mantiene?

Mi padre solía decir que la vida es un zigzag, ¿no? [Risas]. Una ola es más o menos lo mismo. Pienso de esa manera en los zigzag, en los altos y bajos. Eso es la vida. Tienes que aceptarla y disfrutar todo lo que puedas los buenos momentos y utilizar los malos para pensar y analizar. A veces, cuando analizas tu vida, piensas: “Eso fue un error”. Pero yo no creo que lo sean, son experiencias. La cosa es ver cómo aceptas esas experiencias y sigues adelante. ¿Cómo puedes evitar los errores si no sabes? En cosas por ejemplo como las relaciones, el matrimonio. Tu matrimonio fracasa y te dices: “Cometí un error”. Yo no creo que haya errores, solo hay experiencias de las que aprendes.

Nos despedimos con los dedos cruzados, la esperanza de ver sus próximos zigzag en la pasarela y hablar de los zigzag de la vida en vivo.

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