No es una serie para todos los públicos, y mucho menos para el público habitual de las series, acostumbrado a que le lancen ficciones más bien insustanciales, muchas veces escapistas y francamente infantiles. No, el público objetivo de After Life, la serie del cómico británico Ricky Gervais, no ronda ni los 17 ni los 27 ni practica el humor controlado que requiere la generación woke. Este es territorio de la mediana edad, sea esa edad la que sea. Con sus amarguras, su desesperanza, su hastío existencial y su depresión, latente o intermitente. Aquí se viene a hablar de cosas importantes: la muerte, el amor, el duelo, la culpa. Y no necesariamente en broma. Aunque te ríes, y mucho. El talento de Gervais da para mucho, hasta para coger los mimbres de una tragedia negra y convertirla en un luminoso relato sobre el consuelo en los demás.
Ambientada en la pequeña ciudad ficticia de Tambury, la serie sigue a Tony (Gervais), un escritor del periódico local cuya vida cambia tras la muerte de su esposa de cáncer. Mientras sigue luchando con un inmenso dolor, Tony comienza a darse cuenta de que hacer que otras personas se sientan bien es lo que le puede dar esperanza y una razón para vivir. En las dos primeras temporadas vamos viendo cómo Tony vuelve, lentamente, a verle un sentido a la vida. Aunque el duelo, como sabemos, contiúa.
«A medida que envejecemos adquirimos más experiencia sobre el duelo», ha explicado Ricky Gervais, escritor, director y protagonista de After Life. «Lo primero que usualmente se te muere es una mascota, y eso es terrible. Luego siguen tus abuelos. En mi caso yo he perdido a mis dos padres, lo cual es espantoso a cualquier edad. Pero cuando ya somos adultos nos resulta más fácil lidiar con la pérdida. Yo he tenido la suerte de no perder a un hijo o a un cónyuge, pero nunca lloré tanto como cuando he tenido que poner a dormir a uno de mis perros o mis gatos».
La tercera temporada de After Life que ahora llega a Netflix será la última. Ricky Gervais ya ha dicho que no quiere «arriesgar la calidad de un show que ya ha llegado a 100 millones de personas en todo el mundo». De hecho, es la primera vez que una serie escrita por él llega a una tercera temporada: ni la extraordinaria The Office lo hizo. «After Life es más elegante, más grandiosa. Y Tambury es como Springfield, el pueblo de los Simpsons: puedes escribir una serie con cada uno de sus personajes. Hay mucho espacio para explorar, pero he decidido dejarlo aquí», ha insistido. Estamos deseando ver el final de este cuento agridulce como la vida. Conociendo a Gervais, seguro que no se parece nada a lo que imaginamos.
20 de enero-18 de febrero
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