Anatoli Chubáis fue el artífice de la controvertida reforma económica de Rusia en los años 90, impulsor de las privatizaciones postsoviéticas y, hasta ahora, representante de país ante la ONU para el cambio climático. También fue el hombre que dio a Putin su primer trabajo en el Krémlin y el único de su generación que sobrevivía en el parlamento de Moscú, aunque cada vez con menos poder e influencia en el círculo de confianza del líder supremo . Sin embargo, como decíamos, todo esto era hasta ahora: Chubáis ha pasado a ser considerado un traidor después de abandonar su país con su última esposa por su oposición a la invasión de Ucrania . Pero más allá de sus hazañas políticas, la vida de Anatoli Chubáis ha estado marcado por sus escándalos de faldas, una esfera privada que no tiene nada que envidiar en cuanto a escándalos se refiere a las inquietantes intimidades de su antigio jefe .
Por todos es sabido que la vida privada de Putin está rodeada de misterio, pero la de su ex camarada Chubáis, aunque sin tanto secretismo, es casi igual de polémica. Aunque en una ocasión su segunda esposa, Maria Vishnevskaya, aseguró que «él no es capaz de traicionar porque posee un conservadurismo natural, tiene su propio código de ética, y cumple sus normas estrictamente. Solo si realmente se enamora puede romper las relaciones«, el político ha ocupado casi tantos titulares en la prensa salmón (la económica) como en la rosa (la de cotilleos y corazón): colecciona relaciones, matrimonios, infidelidades, amantes y divorcios.
Pero no nos saltemos capítulos, porque antes de ella Anatoli Chubáis estuvo casado hasta 1989 con Lyudmila, su primera esposa, con quien tuvo dos hijos (Olga y Alexei) y a la que, en un alarde de generosidad, siguió manteniendo junto al resto de su familia después de abandonarlos por Maria Vishnevskaya, de quien primero se dijo que era modelo, pero que finalmente resultó ser una compañera del Instituto de Ingeniería y Economía de Neva, donde ambos trabajaban como investigadores. Con Vishnevskaya compartió más de veinte años de relación, pero también la traicionó por otra mujer más joven.
La tercera en discordia, y actual pareja del desertor Chubais, es Avdotya Andreevna Smirnova, una mujer relevante en la vida cultural rusa: es nieta del escritor Sergei Smirnov, su padre es el no menos eminente director Andrei Smirnov y su madre, la popular actriz Natalya Rudnaya. Aunque su juventud parece que estuvo marcada por los escándalos, se licenció en Filología en la Universidad Estatal de Moscú, cursó estudios de teatro, trabajó como periodista y columnista de cultura, escribió guiones para el cine y trabajó en la gestión de arte.
Ahora, parece que Anatoli Chubais y Avdotya Andreevna Smirnova tendrán que empezar de cero en Turquía, donde se los ha visto sacando dinero de un cajero después de que el Kremlin confirmara que el que fuera valedor de Putin en sus inicios había dejado todos los cargos y había abandonado Rusia. ¿Será esta la mujer definitiva de la vida de uno de los políticos más polémicos de Rusia de las últimas décadas?
20 de enero-18 de febrero
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