Archivo 81: tu nueva obsesión de Netflix llega cargada de suspense y misterio sobrenatural

A veces lo que nos pide el cuerpo es una serie entrañable , otras necesitamos el drama propio de las producciones de época . A la vista de la oferta de nuestras plataformas de cabecera incluso nos atrevemos con una historia en la que la humanidad sufre una pandemia letal . Pero este fin de semana Netflix nos ha propuesto una producción cargada de suspense y misterio sobrenatural, Archivo 81. Una producción con la que no contábamos en nuestro calendario e inesperadamente se ha convertido en nuestra nueva obsesión.

Ambientada en Nueva York, Archivo 81 sigue los pasos de Dan Turner, un joven archivista que se dedica a restaurar vídeos y fotografías antiguas. A través de su jefa recibe el encargo de un misterioso hombre, Davenport, restaurar una cinta de vídeo que fue seriamente dañada por un incendio. Y como el resultado de su trabajo es tan bueno, Davenport le hace una oferta que no puede rechazar. Ocuparse de la restauración del resto de cintas por cien mil dólares. Pero para ello tendrá que abandonar la ciudad y recluirse en una misteriosa casa hasta que termine el trabajo.

Veinticinco años antes Melody Pendras escoge como su trabajo de fin de carrera la realización de un documental en el Visser. Un edificio construido en el mismo terreno en el que décadas antes se quemó una casa y en el que vive una comunidad de personas que sienten que el Visser es el lugar que han buscado toda su vida. Para conocerles mejor Pendras, que siempre lleva a mano su cámara, se muda al edificio y a pesar de las reticencias iniciales les entrevista para su trabajo.

La historia de Dan y la de Melody se cruzan en el momento en el que el primero acepta la oferta de Davenport. Porque los extraños sucesos que ella vivió en el Visser se convertirán en la nueva obsesión de él, que a pesar de saberse vigilado por su nuevo jefe no dudará en llevar la investigación de lo que sucedió en el edificio más allá de lo que le han solicitado. Aunque por el camino se encuentre con imágenes aterradoras, sucesos sorprendentes y personajes inesperados que incluso trastocarán su propio pasado.

Basada libremente en el podcast homónimo, Archivo 81 cuenta en su equipo con expertos en el terror y el suspense, como Rebecca Sonnenshine (Crónicas Vampíricas), que se ha encargado de la adaptación, y James Wan (Saw, Expediente Warren). Tras las cámaras también nos encontramos con nombres reconocibles en el género sobrenatural como Haifaa Al-Mansour (The Wilds) y Rebecca Thomas (Stranger Things).

Toda esta experiencia contrasta con la del elenco de protagonistas, encabezado por Mamoudou Athie, que debutó en la industria hace siete años y su personaje más conocido fue el de Grandmaster Flash en la incomprendida The Get Down. Para dar vida a Melody la escogida ha sido Dina Shihabi, una actriz de orígenes saudíes que no tiene mucha más experiencia que su compañero y a la que hemos visto recientemente en Altered Carbon.

Matt McGorry (Cómo defender a un asesino, Orange is the New Black) es el encargado de interpretar a Mark Higgings, el mejor amigo de Dan y productor de podcast de temática sobrenatural. Y Martin Donovan encarna a Davenport, el misterioso multimillonario que se convierte en el nuevo jefe de Dan. En la trama de Melody, entre los personajes más importantes nos encontramos a Jess, una joven adolescente que vive en el Visser con su madre y a la que da vida Ariana Neal (Figuras ocultas), y Annabelle Cho, la mejor amiga de la documentalista a la que interpreta Julia Chan.

Compuesta por ocho episodios, Archivo 81 conjuga los elementos propios de su género para crear una historia llena de suspense y misterio en la que lo sobrenatural, las sectas y el poder dan forma a un enemigo tan terrorífico como imprevisible. Amenazas que ponen el peligro a Dan y a Melody, separados por 25 años pero con enemigos comunes. Una historia que nos recuerda a otras exitosas ficciones, como El proyecto de la bruja de Blair o The Ring y que sin embargo el espectador siente como algo fresco que bien merece una tarde, o dos, de atracón televisivo.