El momento de la entrega del Premio Planeta: la reina Letiia sostiene el galardón junto a Carmen Mola. / gtres

Tres señores la lían en el Mes de las Escritoras: momentos muy frikis (y varios memes) que explican la polémica del premio Planeta a Carmen Mola

Tres señores emboscados en el seudónimo Carmen Mola ganan el millón de euros del Premio Planeta. Todo, en el Mes de las Escritoras. Si no es un chiste, es que no hemos entendido nada.

Nos hemos vuelto del revés con el anuncio de la ganadora del Premio Planeta, que en esta edición engordaba su dotación económica hasta el millón de euros. Como cuentan los expertos, más que un premio se trata de un fichaje encubierto: la de una escritora de best sellers que publicaba con otra editorial y de la que se sabía poco más que su nombre, aunque concedía entrevistas por correo electrónico.

Al final resulta que Carmen Mola no es ninguna mujer, sino tres señores, guionistas de televisión, cosa que ha revolucionado (y con razón) al personal. Porque aunque el premio se vista de seda, como troleo a las escritoras queda. ¿Calcularon en Planeta que su joya de la corona se iba a convertir en galardón más friqui de las letras globales? Todo es de chiste. ¿Cómo le sentaría a la reina Letizia que tuvo que aguantar el tirón sobre el escenario?

Tres hombres equivalen a una mujer

Esta ha sido la moraleja de un Premio Planeta que ha reconocido que se requieren al menos tres hombres para escribir lo que una mujer resuelve en solitario. De hecho, Agustín Martínez, Jorge Díaz y Antonio Mercero eran autores perfectamente 'vulgaris' en su identidad legal: ni ricos ni famosos ni reconocidos. La fama cuesta, pero como ya no podían pagar con más sudor, decidieron disfrazarse de mujer a ver si colaba. Y coló.

Un nombre que mola mazo

Acaso inspirados por el gran 'hit' del llorado Camilo Sesto, los señores ganadores del Premio Planeta eligieron darse un nombre que representara la esencia, corazón e intención de su proyecto: Carmen Mola. Haciendo gala de su ingenio de guionistas, no le dieron demasiadas vueltas a su escritura automática. Llegaron a la conclusión que el nombre de Carmen mola, y así, tal cual, se lo dejaron de apellido. Y qué puede molar más a los señores que una escritora que se proyecta en un personaje, Elena Blanco, que definen así: «Bebedora de grappa, cantante en karaokes, adicta a las relaciones a salto de mata, pero a la vez brillante en su trabajo». El colega perfecto.

Impostores apandadores

La fórmula tres en uno viene de lejos en nuestra tradición, desde la Santísima Trinidad y los Tres Reyes Magos al mágico lubricante homónimo. El abultado premio con seis ceros logra, sin duda, engrasar la máquina de fichajes en la producción de superventas: los guionistas ya no se reparten 600.000 euros (Hacienda se queda más o menos la mitad) sino 1.000.000. Una jugada redonda también para la editorial, que se queda con una firma superventas en un montaje publicitario sin precedentes que ha enfadado a bastante y que ha logrado la carcajada de muchos otros.

Poco importa que los tres señores se hayan pasado años mintiendo a sus lectores y a los periodistas en entrevistas, convertidas ya en género humorístico en sí mismo. Los tres señores guionistas, haciéndose pasar por la tal Carmen Mola, han llegado a recomendar sus propios libros en las entrevistas de promoción. Cachondeo fino.

La escritora Ana Ballabriga descubrió el pastel hace un año

Ahora es fácil identificar en las historias firmadas por Carmen Mola una manera de entender el mundo esencialmente masculina (Elena Blanco es una señora de 50 años con el cuerpo de una de 20 a la que le encanta el sexo con desconocidos en los aparcamientos). Sin embargo, una escritora destapó hace un año la impostura de los tres guionistas con nombre de mujer: Ana Ballabriga.

Este contenido no es compatible en versión AMP. Para visualizarlo ve a la versión web. Continuar

Temas

Libros