En los años 80 los ovnis eran un fenómeno exótico pero también cotidiano. Ahí estaban V, Encuentros en la Tercera fase y el doctor Jiménez del Oso consiguiendo que el pasillo que llevaba del salón al dormitorio se convirtiera en el recorrido más terrorífico de nuestra infancia. Aprendíamos conceptos como abducción y bóveda celeste, y la reina Sofía, acompañada de J.J.Benítez, toda una autoridad en la materia, recorría playas y montañas en busca de pruebas irrefutables.
La vida extraterrestre, simplemente, se daba por sentada, y yo envidiaba más que a nadie en el mundo a mi primo mayor que se iba de acampada a la sierra de Madrid con su novia persiguiendo avistamientos. Los ovnis existían y solo había algo de desacuerdo sobre si sus tripulantes eran seres bienintencionados y parecidos a nosotros (pero más altos) o destructores potenciales de la humanidad y viscosos, tipo Espacio 1999.
El universo era una presencia inquietante pero aspiracional, que asustaba y a la vez producía un cosquilleo de emoción. Habrán visto que el Congreso de Estados Unidos vuelve a interesarse por los ovnis y, con un vocabulario muy Expediente X, asegura que los avistamientos han « aumentado considerablemente» en los últimos 20 años.
Vuelven a animar a los pilotos a reportarlos, contabilizarlos y, al departamento de Defensa, a registrarlos. Y la noticia se lee con un punto de nostalgia pero también con la desagradable sensación de que quizá, en este regreso al futuro, nos encontremos dentro de muy poco con el revival real de la terrible guerra fría.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?