Empiezo esta carta sin tener muy clara la dirección a la que me dirijo ni dónde me encontraré exactamente dentro de tres párrafos. Es un camino incierto para recorrer con pies de plomo, un paso detrás de otro, con el traspiés casi asegurado y los charcos brotando y multiplicándose.
He leído mucho estas semanas, como todos, sobre las denuncias de tres víctimas anónimas a un director español. El sector ha cerrado filas, ha apoyado y ha condenado. El acusado se ha defendido con torpeza, así que sus compañeros han visto en su respuesta una señal más de culpabilidad. Los medios de comunicación nos hemos sumado, las redes han servido de gasolina y el incendio todavía humea.
Y en medio de esta explosión que no condeno, no juzgo, que comprendo, a la que en un primer segundo las tripas me piden apoyar, leo la opinión inteligente, como siempre, de Isabel Coixet pidiendo calma. Recordándonos que la culpabilidad es un estado diferente al de la acusación, que las cosas, sobre todo si afectan a la vida de las personas, deberían tener un orden y que la condena es una consecuencia de los actos, distinta de la sospecha.
Creo que el mayor avance que hemos vivido las mujeres de mi generación es el de sacudirnos el miedo. El de poder decir quiero o no quiero, sí o no, me halagas o me ofendes, me agredes, me haces daño y no lo permito.
Esto resulta una simpleza dicho así, pero cuando me veo con apenas 20 años, siento que hemos atravesado un océano y que hemos llegado a un lugar mucho más seguro y más justo. Y me asusta que todo este camino desemboque en un rincón donde el dedo acusador sustituye por sí mismo a todo lo demás. Me meto en este charco quizá simplemente para recordarme a mí misma que el ruido, el estruendo no puede ser la voz que nos guíe.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?