El contador de cartas: el thriller de Paul Schrader con el que Óscar Isaac cierra su año más completo

Primero fue Dune , después llegó la crudeza de Secretos de un matrimonio y ahora Óscar Isaac cierra su año audiovisual con El contador de cartas, la película de Paul Schrader que llega hoy a los cines de toda España. En ella Isaac interpreta al hombre al que hace referencia al título, William Tell, un personaje meticuloso que a pesar de su modesto presente verá como su difícil pasado regresa de la mano de un joven que busca su ayuda.

Escrita y dirigida por Scharder, que también fue guionista de largometrajes como Taxi Driver, American Gigolo o Toro Salvaje, El contador de cartas es un thriller en el que el póker y las consecuencias de la guerra de Irak se unen de la mano de un personaje que trata de resarcirse de su pasado llevando una existencia metódica y sin sobresaltos. Hasta que Cirk, el hijo de un soldado que se quitó la vida tras regresar de la contienda, se cruza con él en un campeonato.

Junto a Isaac, en el reparto de El contador de cartas nos encontramos a Tiffany Hadish (Socias y enemigas) en el papel de La Linda, una habitual del mundo del juego y Tye Sheridan (Ready Player One) como Cirk. El veterano Willem Dafoe (La crónica francesa) será Gordo, un mayor retirado que juega un papel muy importante en la vida de Tell y de Cirk.

Estrenada en el mes de septiembre en el Festival de Venecia, El contador de cartas le ha valido a Isaac para colarse entre los nominados de los premios de la crítica de varias asociaciones estadounidenses y británicas, alzándose con el premio en dos de ellas. Pero el intérprete no es el único punto fuerte de la producción, de las que los críticos también han alabado su cinematografía, el desarrollo de sus personajes o las implicaciones políticas de la historia.

Presente en la lista de las mejores películas de 2021 de medios especializados, e incluso en la de Barack Obama , El contador de cartas es un largometraje en el que el estilo personal de Schrader introduce al espectador en una atmósfera hipnótica de la mano de un protagonista atípico pero reconocible. El sello personal de un creador que disfruta adentrándose en los aspectos psicológicos y emocionales de sus personajes, a pesar de que a veces esto resulte incómodo. O demasiado intenso para los tiempos que vivimos y las cintas que triunfan en la gran pantalla.