Culebrón en Corea del Norte
Culebrón en Corea del Norte
Capaz de crear tanta inquietud geopolítica como fascinación mediática, el régimen de Corea del Norte continúa siendo, 12 años después de la ascensión de Kim Jong-un a su liderazgo, un extravagante polvorín de armas nucleares, oscurantismo extravagante y aislacionismo exacerbado. Pero también un culebrón por fascículos sobre una enigmática dinastía que, según fuentes diplomáticas, ahora tiene a sus dos mujeres más influyentes enfrentadas por el futuro del régimen. Todo empezó en noviembre.
En un movimiento sin precedentes, Kim Jong-un presentaba en sociedad a su hija, Kim Ju Ae, durante una visita a una base de lanzamiento de misiles intercontinentales. Desde entonces la niña, cuya edad se estima entre los 9 y los 11 años, ha aparecido en público al menos en cuatro ocasiones más. Casi siempre en el contexto de un acto o visita de carácter militar.
Al mismo tiempo, la agencia de prensa norcoreana, que publicaba fotos de padre e hija paseando sonrientes de la mano, empezaba a referirse a ella como la «hija más querida» del líder o la «respetada» hija, formalismos utilizados por el régimen para denotar que su estatus dentro de la familia ha cambiado y es singular.
Analistas expertos en el régimen de Corea del Norte coinciden en que su presencia pública pretende lanzar al menos un par de mensajes, tanto para consumo doméstico como dirigidos a la comunidad internacional. Por un lado, que el gobierno norcoreano sigue siendo una dinastía. Aunque los Kim no son una monarquía propiamente dicha, la propaganda del régimen afirma que proceden de un linaje sagrado destinado a dirigir el país y, de hecho, llevan en el poder desde la II Guerra Mundial. Por otro, que su hija podría ser su heredera de facto.
Hasta ahora, la hermana del líder, Kim Yo Jong, había sido la otra cabeza visible de la dinastía y la mano derecha de su hermano. Educada en Suiza, como él, y licenciada en Informática a su regreso a Corea del Norte, Jong había ido ascendiendo rápidamente en el organigrama del régimen.
Vicepresidenta del Departamento de Propaganda y Agitación durante una época, ha pertenecido al politburó y desempeñado diversas tareas diplomáticas. También se ha dedicado a amenazar públicamente a Estados Unidos señalando que cualquier interferencia por parte de la potencia sería interpretada como un «acto de guerra». Casada con otro oficial de alto rango, se cree que tiene uno o dos hijos. Su perfil público y altamente beligerante siempre había sido interpretado como la confirmación de su influencia dentro del gobierno.
El otro rostro femenino del régimen es Ri Soul Ju. Procedente de una familia de la élite norcoreana (su padre es profesor; su madre, ginecóloga) ella y Kim Jong-un se casaron en 2009. Cantante en una orquesta antes de contraer matrimonio, su vida es un auténtico misterio. Aunque en los últimos años ha desarrollado un tímido papel diplomático (en su visita a China en 2019, pero también junto a la primera dama de Corea del Sur un año antes) ha pasado largos periodos de tiempo alejada de los focos y alimentando rumores sobre posibles nuevos embarazos. Se cree que es madre de tres niños: el primero (un chico) habría nacido en 2010; la última (probablemente una chica), en 2017. La mediana sería, precisamente, Kim Ju Ae.
Según el ex diplomático coreano Ko Young Hwan la tensión por la sucesión tendría a ambas enfrentadas. «A Ri Sol Ju le preocupa que, mientras sus hijos sean muy pequeños, Kim Yo Jong tenga un papel demasiado activo. Creo que hay algún tipo de lucha de poder entre ellas», explicaba a la revista norteamericana Newsweek. La presentación en público de Kim Ju Ae podría ser, precisamente, la manera de la primera dama de asegurar la visibilidad de su hija, pero también su futuro ascenso al poder.
Pero ese no es el único indicio de un enfrentamiento entre las dos mujeres más poderosas del régimen norcoreano. En las últimas semanas, Kim Yo Jong, hasta ahora una presencia habitual y destacada en los actos de su hermano, ha sido relegada a las segundas y terceras filas de algunos de los eventos propagandísticos del régimen mientras su sobrina, Kim Ju Ae, ocupaba un lugar central junto a su padre.